Comenzó proceso de reubicación

Con la contratación para la compra de un terreno comienza el proceso de reubicación de la comunidad del corregimiento de Doña Ana, jurisdicción del municipio de San Benito Abad, subregión del San Jorge del departamento de Sucre. Se trata de un lote de seis hectáreas, ubicado en la jurisdicción de San Benito Abad y que ya se adelantó un diálogo con su propietario para comprarlo y allí reubicar a los habitantes de Doña Ana. Le corresponde a las Secretaría de Planeación municipal y departamental hacer la adecuación del terreno y planificar la reubicación de los habitantes de este corregimiento, que en la actualidad se encuentra en la parte más baja del San Jorge. Según informó el alcalde de San Benito Abad, Manuel Cadrazco Salcedo, el terreno se encuentra en el entorno del San Jorge lo que permitirá que la comunidad siga desarrollando su actividad principal que es la pesca. En la mañana de ayer, una comisión conformada por habitantes de Doña Ana, el Alcalde, algunos Concejales y el Gobernador se reunieron para concretar el inicio de este proceso de reubicación que se convertiría en modelo para todo el país. Cadrazco Salcedo informó que el Municipio ofrece el 50% para la adquisición del lote y la Gobernación el 50% restante, una vez adquirido el terreno en la próxima vigencia, la Administración municipal adecuará las infraestructuras de acueducto, escuela, cancha y un parque recreativo. Según el gobernador, Jorge Barraza Farak, ya han adelantado gestiones ante Electricaribe para que ejecute la adecuación de la infraestructura eléctrica y ante la Dirección Nacional del Riesgo, conseguir apoyo para el proyecto de vivienda. “Esta reubicación venía contemplándose desde hace mucho tiempo porque este es el corregimiento que primero se inunda cada vez que se presenta la ola invernal. Hemos acudido a varias instancias para hacer un modelo de reubicación, que sirva de incentivo para otras comunidades que se quieran reubicar”, dijo el mandatario. Explicó que los habitantes de Doña Ana se mudarán para otras tierras más altas y su hábitat será igual para que sigan desarrollando su actividad pesquera. Va a ser un caserío muy bien planificado y aquellas familias que vivían en hacinamiento podrán habitar de manera independiente. Sugirió que el nombre del corregimiento debe ser Doña Ana II para que la gente y en especial los niños recuerden que existió un Doña Ana I, que estaba ubicado en otro sitio, pues su gentilicio no se puede cambiar.