Concurrida tarde de corraleja

Asistentes de todas partes del país presenciaron la cuarta tarde de toros en la corraleja de Sincelejo, la cual se destacó una nutrida asistencia. Juan Carlos Bula, miembro de la Junta Organizadora de las Festividades del 20 de Enero, dijo que han sido todas las tardes muy buenas, pero hay unas que han sobresalido, como la de los hermanos Perna. “Sincelejo tenía más de 10 años de no ver algo como lo del jueves anterior, como la bravura de esos toros, para decir que han sido los mejores 20 toros que se han jugado en los últimos cuatro años”, resaltó. La tarde de ayer fue negativa para los ejecutores de la garrocha, pues dos de los equinos que salieron al ruedo murieron corneados y otros cuatro salieron heridos. El balance general, hasta ayer, era de tres caballos muertos y otros 24 heridos en las cuatros tardes de toros, según lo informó Leonardo Córdoba, médico veterinario en la corraleja. En la primera tarde hubo un caballo muerto y 12 heridos; en la segunda tarde se registraron solo dos equinos heridos; en la tercera hubo 8 caballos heridos; en la tercera dos caballos muertos y cuatro heridos y en la cuarta reportaron dos caballos muertos y cuatro heridos. Para el organizador Juan Carlos Bula, la tarde de los hijos Perna Mazzea y los hermanos Cogollo Burgos fue superada por los primeros, quienes guardaron en su finca los astados y que, con un poco de suerte, llevan la mejor tarde, hasta ahora”. El ganadero Mussa Bessaile fue aplaudido por la afición, pues para muchos presentó una camada de toros bravos de excelente estirpe y bien presentados. Por su parte, la ganadería de Gabriel Garrido mostró una manga con toros encastados y de buena bravura, pero para muchos “no eran los toros de la plaza de Sincelejo. “Sincelejo tiene una corraleja tan grande, que estos toros no saben qué hacer en ella”, precisó. Los asistentes presenciaron insistentes faenas de los garrocheros, que para muchos amantes de la fiesta brava mostraron un alto porcentaje de impericia al cabalgar sus corceles, perdiendo a dos de ellos por cornadas fatales.