En Orejero se siguen cayendo las viviendas

Los damnificados en el departamento de Sucre superan las 96 mil personas, quienes esperan que el Gobierno los ayude a salir adelante, pues las inundaciones les hicieron perder todo. Las aguas siguen arrasando con las casas del corregimiento de Orejero, ubicado en el municipio de Sucre, región de La Mojana sucreña. De muchas de esas viviendas construidas con los esfuerzos, empeño y amor de sus humildes propietarios, ya no queda nada, sino los techos que parecen flotar en medio de las aguas y la tarulla que los rodea. Orejero, un corregimiento del sur del Departamento, contaba con unas 174 casas aproximadamente, y en la actualidad ya hay 18 viviendas menos. Esas viviendas que se han venido cayendo por las fuertes crecientes que recibe Orejero cada año, provenientes de las ciénagas y caños que lo circundan; todo eso, por estar ubicado en la parte más baja de la región de La Mojana, por eso es la primera población que recibe los estragos de las inundaciones, recibe las aguas que bajan del río Cauca, adicional a la de los caños y ciénagas. De los 300 estudiantes que había en esta población, ya solo queda un 15 por ciento, el resto de los muchachos se han ido con sus padres a otros lugares más secos donde puedan vivir sin el temor que puedan ser arrasados por el fuerte oleaje de la noche. Más de la mitad de los habitantes de Orejero se han marchado e instalado en casas de sus familiares radicados en los municipios de Sincelejo, Los Palmitos, Magangué, Galeras, Sincé, entre otros. Mientras que aquellas familias que no tienen a donde ir, les toca quedarse a seguir pasando las inclemencias del fuerte invierno. El 100 por ciento de los pobladores de Orejero viven de la pesca y en gran parte, por eso se han rehusado a aceptar su reubicación, pues ellos manifiestan que no saben hacer algo distinto a la pesca. Lo que para muchos puede ser una tragedia, para los habitantes de Orejero se ha convertido en un estilo de vida, una manera de vivir no porque les guste, sino porque ya se han resignado y ven tan lejos una verdadera solución para ellos. No obstante, aseguran quienes aún quedan en Orejero, que siguen sintiendo mucho temor porque sus casas un día puede ser arrasada por las fuertes olas que llegan con la noche y que además de golpear muy fuerte lo que a su paso encuentren, arrasan todo tipo de maleza, grandes troncos y hasta a las serpientes. Es en Orejero, donde se ha venido implementando el proyecto piloto “Casa Flotante o Anfibia”, a través de un convenio entre la Gobernación y la Corporación Universitaria del Caribe (Cecar). Tal proyecto fue presentado ante el Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente, por el Gobierno Departamental, para lograr los recursos con los que se puedan construir al menos unas 400 casas de este estilo y poder albergar allí al mayor número de familias damnificadas de La Mojana.