Los milagros y secretos de la apicultura

Son muchos los milagros y secretos que se encierran aún en la actividad apícola y en sus productos. Se calcula que más de 500 enfermedades pueden ser tratadas con los productos de la apicultura. La apicultura es una actividad que está en la plenitud de su desarrollo, y ni los expertos han logrado explorar todavía algunos de los secretos que ésta esconde. Se desconoce mucho sobre la apicultura en la región, pero lo más importante es que está latente el interés de los productores. Ellos mantienen ese interés de ahondar más cada día en los beneficios que produce una de las actividades más promisorias en el departamento de Sucre. Los productos ayudan a la nutrición, evitan enfermedades y sirven para mejorar las funciones del individuo y los animales. Según Moisés Asís, apiterapeuta cubanoamericano y quien recientemente estuvo en el municipio de Tolú como conferencista del XV Encuentro Nacional e Internacional de Apicultores, los productos incluidos dentro de los más curativos son: la miel de abejas, miel de abejas sin aguijón, mielato (extraída por las abejas de las resinas y secreciones de los purgones de la planta), el polen, pan de abejas (polen apícola fermentado y procesado por las abejas), el propóleo (resina que las abejas sacan de los árboles, la digieren y la usan para preservar la colmena), jalea real, cera de los panales, larvas de los zánganos, abejas enteras, y hasta el aire que está dentro de las colmenas también tiene propiedades por la existencia de componentes volátiles de todos los productos que se pueden sacar de la colmena cerrada. “Algunas enfermedades se pueden curar con determinado producto y dependiendo de cada uno de ellos, pues hay productos que son más efectivos para una cosa que para otra. Todos los productos apícolas estimulan la defensa inmunológica del organismo, y todos tienen efectos contra el cáncer, lo evitan y ayudan a tratarlo dependiendo del producto”, precisó Asís. Los productos apícolas actúan reduciendo la presión arterial y el contenido del colesterol malo; actúan como alimentos, nutrientes, proteínas, vitaminas y minerales; tratan las enfermedades artríticas, reumatoides, esclerosis múltiple e incluso el Parkinson y la enfermedad de Lyme. Curan las heridas infectadas y a disminuir las infecciones resistentes a los antibióticos. Moisés Asís describe con detalle en su libro “Apiterapia 101 para todos”, el tratamiento de 330 enfermedades. Explicó que la apiterapia es una parte de la medicina complementaria y alternativa. Se basa en el uso de los 10 productos de la colmena para evitar enfermedades, tratarlas y mejorar la función de los individuos en general, sean personas o animales. Sobre la apicultura en el departamento de Sucre dice que hay mucho desconocimiento, pero que a su vez hay un alto grado de interés en el tema. Los tratamientos pueden ser utilizados directamente, es decir, exponiendo la parte afectada a la picadura del insecto o aplicando el derivado, o suministrando el medicamento ya fabricado, que generalmente se hace de esa manera. Moisés Asís, quien actualmente reside en Estados Unidos, lidera una Organización No Gubernamental llamada Bees for live “World Apitherapy Network”, la cual busca unir esfuerzos para ayudar a las poblaciones más vulnerables en materia de salud. “Hemos ayudado a personas de Haití, Perú y Chile gracias a la apiterapia”, aseguró el conferencista. Asís explicó que en la isla, al igual que en otras partes del mundo, la apiterapia es utilizada en la medicina para tratar diversas clases de enfermedades, como la artritis, y para atenuar dolores, como los del cáncer. Según él este método de curación puede ayudar en más de 500 enfermedades y en diferentes especialidades, como la cardiología y la oftalmología. En la apiterapia no sólo se trabaja con la apitoxina, sino también con otros productos derivados de la colmena, como el polen, la miel y propóleo. ¿Cura milagrosa? Jaime Meza Rivera, presidente de la Asociación de Apicultores de Corozal (Asapic) asegura que ha tenido seis experiencias muy valiosas con mujeres que han tenido dificultad para quedar embarazadas. Esas experiencias las ha desarrollado preparando embriones de zángano en etapa larval. “En este periodo los embriones están todavía cargados con bastante jalea real, y esto, preparado con miel a fuego lento, ha permitido elevar el grado de fertilidad de las mujeres en su periodo ovulatorio; estos casos que yo he tratado han sido efectivos hasta el momento, no hay un procedimiento científico que lo reconozca pero es una realidad”, precisó Meza Rivera. Estos logros, según el Presidente de Asapic, han podido ser a través de una técnica basada en los beneficios de las abejas y sus productos, método denominado experimentalmente como apiterapia. El apicultor dijo además que tuvo una experiencia propia, cuando accidentalmente se quemó uno de sus brazos y la herida cicatrizó mucho más rápido, gracias a un tratamiento a base de miel de abejas. El corozalero de 53 años, miembro de la Asociación de Apicultores de Corozal (Asopic), es una de las personas que comparten sus conocimientos con otros apicultores de la región y del país en general. Los seis casos que ha ensayado, asegura Jaime Meza, han resultado efectivos. Él, aunque no es apiterapeuta, sostiene haber logrado lo que para muchos es un imposible.