El adiós al escritor de los niños y el poeta del alma

Siempre inquieto, Jairo Aníbal Niño navegó por diferentes manifestaciones artísticas hasta encontrar en las letras su mundo, el cual vistió con una propuesta propia, clara y contundente que ha acompañado a varias generaciones de nuevos lectores colombianos. Moniquirá (Boyacá), donde nació en 1941, siempre estuvo presente a lo largo de su obra, desde que se dedicó a las artes plásticas, la pintura, para luego ser actor, director de teatro, titiritero y dramaturgo, esta última, siempre presente en sus propuestas. Ahora, no sólo Moniquirá, toda Colombia y muchos lectores en el mundo seducidos por las historias que llevaban su sello, le dicen adiós a una de las plumas literarias más prolíficas que han surgido en Colombia en las últimas décadas. Desde hace algunos años presentaba una serie de dolencias, entre ellas problemas respiratorios, y el pasado viernes, su familia lo trasladó de urgencias al hospital San Ignacio en Bogotá donde permaneció en la unidad de cuidados intensivos donde este lunes en la mañana falleció. Aunque las nuevas generaciones lo conocen como el escritor para jóvenes y niños, Jairo Aníbal Niño se destacó en las áreas artísticas en las que trabajó, como el teatro, con obras como “El golpe de Estado”, “El monte Calvo”, “Las bodas del hojalatero” o “El baile de los arzobispos”, con las que logró premios nacionales e internacionales de dramaturgia. Aunque menos conocidas, sus obras para adultos también dejaron huella y convocaron lectores en diferentes partes del mundo, como “Toda la vida”, un conjunto de relatos cortos, así como “Puro Pueblo”, una recopilación de interesantes y graciosos momentos de la vida rural en el país. Pero sin duda, su creación de relatos para niños es lo más recordado de Jairo Aníbal Niño, con obras que han sido traducidas a más de 20 idiomas. “Zoro” apareció por primera vez en 1977, logrando el Premio Enka de Literatura Infantil, logrando la acogida de la crítica especializada que aseguró que era el nacimiento de una nueva voz literaria infantil en Colombia. De ahí, fueron más de 40 libros para niños y jóvenes que Jairo Aníbal Niño escribió en 33 años dedicado a este tipo de obras, con historias como “De las alas caracolí”, “Dalia y Zazir”, junto a libros de poemas “La alegría de querer” y “Preguntario”. Su última aparición en público fue en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, donde la cultura de Boyacá fue protagonista, y por supuesto sus escritores. Ayer se realizaron sus exequias en Bogotá, en compañía de sus amigos, familiares y admiradores, mientras que Moniquirá le rendirá un sentido homenaje. NUEVO IMPULSO La Ministra de Cultura, Mariana Garcés, lamentó la muerte del escritor boyacense, un artista que dedicó su vida de la literatura infantil. “Jairo Aníbal Niño logró darle un nuevo impulso a literatura infantil en Colombia durante la segunda mitad del Siglo XX. Sus obras crearon un imaginario que marcó a varias generaciones de colombianos y que sirvió de modelo para nuevos autores del género. Colombia lo recordará como un talentoso escritor que, a pesar de dejarnos, seguirá cautivando nuevos lectores gracias a su extraordinaria narrativa”, afirmó Garcés. Niño escribió más de 40 obras. Algunos de sus textos han sido traducidos al inglés, francés, alemán, portugués, finlandés, eslovaco y chino. En 1988 ocupó el cargo de director de la Biblioteca Nacional de Colombia. Magdalena Santamaría, funcionaria del Ministerio de Cultura, quien fue su asistente, afirmó que Jairo Aníbal Niño “no vivía en este mundo; vivía soñando para los niños”. Como director de la Biblioteca organizó activamente la presencia de Colcultura, hoy Ministerio de Cultura, en la segunda Feria Internacional del Libro de Bogotá (1988). “Realizamos un gran homenaje a los poetas colombianos, considerado uno de los primeros espacios que se dedicaba en Colombia a los protagonistas de este sector literario”, recordó Santamaría. ‘La alegría de querer’, lo hicieron merecedor a la nominación por Colombia al Premio Hans Christian Andersen, considerado mundialmente como el Nobel de la literatura infantil. MEMORIA Este poeta, narrador, actor, director de teatro, titiritero, guionista, dramaturgo y profesor universitario, también conocido con el seudónimo de Amadeo Zoro, nació en Moniquirá, Boyacá, en 1941. Incursionó en las artes plásticas y en la pintura. Fue miembro del grupo de pintores La Mancha. Posteriormente fue actor, director de teatro, titiritero y dramaturgo. También se desempeñó como profesor universitario. Entre sus guiones para cine se destacan ‘Efraín González’, ganador en el concurso de guiones para largometraje argumental convocado por Focine, y ‘El manantial de las fieras’. Ha escrito cuentos para adultos como ‘Toda la vida’, conjunto de relatos cortos, y ‘Puro Pueblo’. Niño ganó en Colombia el Premio Nacional de Literatura Enka (1977), y en México el Premio Iberoamericano Chamán (1990).