Campesino se ahorcó en la Castañeda antes de amanecer

Ayer, Pedro Pablo Meza Martínez no se despertó como de costumbre a ordeñar las vacas de la finca que cuidaba en la vereda Castañeda, zona rural del municipio de Sincelejo.
El hombre de 48 años de edad, natural del municipio de El Carmen de Bolívar, antes de que amaneciera, se quitó la vida ahorcándose en una pequeña vivienda de la hacienda Techo Rojo.
Al parecer, el campesino tomó la fatal decisión sumergido en la depresión que le provocó ser abandonado por su mujer y madre de sus tres hijos, el mes de noviembre pasado, cosa que nunca superó.
Dicen algunos vecinos que había anunciado a algunos conocidos que se quería ahorcar, pues no le encontraba razón a la vida y porque le daba muy duro la soledad.
Pedro Pablo Meza Martínez tenía casi dos meses de estar trabajando en la mencionada finca, propiedad de Carlos Díaz, quien reside en la ciudad de Barranquilla y tiene en arriendo dicho predio a Enrique Navarro.
El cuerpo del campesino fue descubierto colgado de uno de los listones del techo de la vivienda por un vecino que le fue a comprar un litro de leche y en vista que no veía movimiento en la finca, entró.
El vecino, que acostumbraba ir todos los días por su litro de leche y hablar un rato con el campesino, fue sorprendido con la macabra escena y de inmediato alertó a los demás moradores de la vereda.
Pedro Pablo Meza Martínez tenía como rutina despertarse muy temprano, ordeñar las vacas y poner música para alegrar el nuevo día, pero ayer no se levantó a trabajar sino a darle fin a su vida.
De acuerdo con Enrique Navarro, el campesino fue siempre una persona responsable y trabajadora, nunca tuvo problemas con sus patrones, quienes lo habían contratado desde el pasado 6 de enero.
“Él nunca demostró tristeza, pero internamente no sabíamos lo que pudo haber estado sintiendo”, expresó el arrendatario de la finca Techo Rojo, ubicada en el sector de La Garita, vía al corregimiento de Chochó.
Pedro Pablo Meza Martínez, tenía un hijo que vivía en el casco urbano de Sincelejo y lo visitaba a diario, pero últimamente no recibía tal visita, pues este viajó a otra ciudad.
Cabe anotar que la madrugada del miércoles se había ahorcado un anciano de 83 años de edad en el barrio Botero, luego de caer en depresión por recibir el recibo del servicio de energía con una deuda de más de 12 millones de pesos.