Cierre del Festival de Jazz en Mompox

Lo primero que notaron los asistentes a la clausura del Mompox Jazz Festival, fue que la madrugada estaba cargada de complicidad musical.
La espera además había válido la pena pues tanto Maía como Chocquibtown demostraron por qué debían ser ellos los que pusieran el punto final a la segunda edición de este evento que llenó de luces artificiales, durante más de 20 minutos, el cielo momposino.
Maía fue la penúltima artista en subirse al escenario dispuesto en la Plaza de Santa Bárbara. La barranquillera ofreció un concierto de más de una hora proyectando con su voz nuevas versiones de temas funk, jazz latino, cumbia y boleros. Cantó en inglés y en español, e incluso improvisó versos para los presentes entre los cuales se encontraban varios representantes de la embajada estadounidense, que a su vez deliraron con una versión fiel y estrepitosa de ‘Highway to hell’ de ACDC.
El turno siguiente fue para el grupo del pacífico colombiano y ganador del Grammy Latino, Chocquibtown. Los chocoanos se conectaron de tal manera con el público que todos se olvidaron de los formalismos prescindibles a esa altura y saltaron al son del rap urbano que proponía la agrupación. Los niños de la población, insomnes, disfrutaron especialmente a los ganadores del Grammy. Rieron con cada ocurrencia de la banda y bailaron alegres hasta que se consumió el espectáculo del cual fueron los testigos más atentos.
En la misma tarima, el día anterior, había actuado con grandes ovaciones, Jerau, el cuarteto de la Universidad de Tennessee (EE.UU.), y múltiples músicos de la región bolivarense, integrando de este modo uno de los festivales más atractivos y ansiados por esta comunidad de la ribera del Río Magdalena.
Aplausos, abrazos sinceros, y todo tipo de correspondencias verbales y no verbales quedaron a medio camino entre la ansiedad de la tercera edición y la satisfacción irrevocable de que Mompox se ha convertido en el mejor punto de encuentro del país para compartir el jazz.