El Cangrejo Bar del Hotel Hilton Cartagena se veía vacío y con muchos asientos libres, y en comparación con otros años la rueda de medios programada por el Concurso Nacional de la Belleza estuvo poco concurrida.
Lejos de la multitud de periodistas asediando a las candidatas, ellas pasaban de cinco en cinco a la tarima dispuesta para contestar las preguntas de los periodistas que llegaron a la convocatoria.
Entonces una duda invadió el recinto, un rumor que ronda los pasillos desde algún tiempo y que pocos se atreven a preguntar en voz alta, se hizo latente: ¿Está perdiendo vigencia el Concurso Nacional de Belleza?
Una de las candidatas más sensatas fue la Señorita Buenaventura, Carmen Alomía, quien se atrevió a confirmar y explicar qué está pasando con el reinado.
“Sí, creo que el reinado ha perdido un poco de fuerza por las informaciones desafortunadas que se dan referentes a las reinas. Las personas tienen la percepción errada de que las reinas tenemos cabezas huecas o que los reinados no le aportan nada a la sociedad, cuando es todo lo contrario. Nosotras desempeñamos un papel social que contribuye al progreso del país”, dijo Alomía.
La Señorita Caquetá coincidió con su compañera y habló sobre el papel de los medios al construir imaginarios erróneos y cómo eso repercute en el certamen.
“Los medios de comunicación han instaurado estereotipos de belleza que muchas veces no corresponden al de las mujeres colombianas y creo que no debemos encasillar a la mujer por cómo luce, sino por sus cualidades. Eso debe de ser más importante a la hora de calificar a una persona”, expresó Luisa Fernanda Duarte.
Pero fue la Señorita Cartagena, Madelein López, quien logró articular un discurso vehemente, dejando claro que el Concurso Nacional de Belleza tiene un propósito social que sigue estando vigente en una sociedad en construcción como la nuestra.
“Sí ha perdido seguidores, pero hay una línea muy delgada entre ir evolucionando hacia lo que el público está exigiendo y mantener sus valores y propósitos. Colombia es uno de los pocos países que sigue enfocando el reinado hacia la parte social, en una sociedad que busca contenidos más morbosos. Creo que el Concurso ha mantenido su esencia, ha buscado mujeres comprometidas con las causas sociales, en vez de exhibirlas como un instrumento. Las personas que siguen el Concurso Nacional de Belleza son las que se sienten identificadas con su labor, que va más allá de la apariencia”, concluyó la cartagenera.
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