Fueron horas turbias y la intolerancia no dio tregua. Entre la tarde del domingo y la mañana de ayer, dos jóvenes fueron asesinados y otras cinco personas resultaron heridas (tres fueron baleadas y dos acuchilladas), en medio de riñas que ocurrieron en distintos sectores de la ciudad.
La Policía Metropolitana capturó al presunto responsable de uno de los homicidios.
Así empezó
Uno de los jóvenes asesinados fue Denilson Ruiz Coneo. Tenía 17 años y vivía en manzana 47 del barrio Los Caracoles. Validaba el bachillerato y el hecho en el que resultó herido de muerte aún no está claro. Algunos creen que se trató de una riña, mientras que a sus parientes les dicen que lo hirieron en un atraco.
Alberto Coneo, su abuelo, contó que el domingo, a las 4 p. m., este salió de su casa. “Iba bien vestido y me dijo que iría a un salsero en la cancha de sóftbol del barrio”, explicó Alberto. Sin embargo, se cree que al llegar al evento, se encontró con un conocido, con quien se fue hasta el sector Poste Rojo, que está entre Los Caracoles y El Carmelo.
Una versión deja ver que allí se encontró con jóvenes de un barrio vecino con los que tendría problemas y le dieron un balazo en el abdomen. Sin embargo, sus parientes tienen entendido que lo balearon para robarle sus chancletas.
“Un muchacho con el que estaba, al que no conocemos, lo llevó a la Clínica Blas de Lezo luego que lo balearon. Él fue quien nos dijo que querían atracarlo, pero no sabemos si eso es así”, explicó el abuelo de Denilson. El balazo que este último recibió le afectó varios órganos vitales y ayer en la mañana murió. Las autoridades investigan el hecho y buscan al o a los responsables.
De otro lado, en el 7 de Agosto fue asesinado Darwin Quinto Pérez, de 19 años. Vivía en la calle 73 del mencionado barrio y su madre, Zulay Quinto, explica que tenía problemas de drogadicción, por lo que asistía a una fundación. Quería dejar las drogas.
Ese anhelo y su sueño de estudiar diseño gráfico el año próximo, cuando se graduara de bachiller, quedaron en nada por culpa de una vieja rencilla. Zulay dice que hace quince días peleó con un vecino al que llaman ‘el Mello’. “Este cortó en un brazo a Darwin y le partió la cabeza. Darwin también le partió la cabeza”, explicó Zulay. Todo parecía haber quedado así.
El domingo en la noche, Darwin salió a las 10 p. m. de su hogar y le dijo q su madre que iba a una fiesta de un amigo, en la misma calle. Allí estuvo hasta la una de la madrugada de ayer, cuando decidió salir a la vía principal del barrio a comprar fritos porque tenía hambre.
“‘El Mello’ como que estaba drogado y al ver a Darwin lo siguió. Lo sorprendió cuando estaba en la mesa de fritos y sacó un cuchillo y lo hirió en la espalda, el cuello y en una pierna”, relató la progenitora de Quinto.
Darwin intentó defenderse, pero se desplomó. Un amigo lo llevó en una moto al CAP de Canapote, pero llegó muerto ante la gravedad de las heridas. Amigos de la víctima agredieron a ‘el Mello’, pero policías llegaron y evitaron que lo lincharan, capturándolo. El sujeto, de 25 años, quedó a disposición de la Fiscalía.
Tiene dos heridas en el labio tras ser agredido con arma blanca y otra versión indica que sería Darwin quien se las habría causado al enfrentarlo.
Caso aislado
Ronald Becerra Miranda murió ayer en la clínica El Bosque, en la que estaba internado desde el 7 de septiembre, cuando fue baleado en el sector Estela de Olaya. Al taxista, de 37 años, le dieron un balazo y una versión indica que le habría disparado un policía, tras confundirlo con los ladrones que lo intimidaban.
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