Adela María Martínez Villa y Griselio Vega Castilla vivían una historia de amor en San Estanislao de Kostka (Arenal). Residían en el barrio El Carmen y todo iba bien para la pareja hasta que un accidente los separó y desencadenó una historia trágica. El sábado en la noche, tras un percance vial, Adela murió y Griselio lucha por su vida en una clínica en Cartagena. La mujer era de Venezuela y llegó a Cartagena en el año 1990, dejando atrás a su natal Maracaibo. Se estableció en Nelson Mandela, donde vivía con sus tres hijos, que son producto de una primera relación amorosa.
Se ganaba la viva vendiendo gafas en el Centro Histórico de Cartagena y hace varios años conoció a Griselio, un hombre de 32 años, quien vive y es oriundo de Arenal. Ante el flechazo, Adela se fue a vivir con Griselio. Dicen que todas las mañanas él la traía en su moto hasta Cartagena, y en la tarde la iba a buscar. El sábado, a las 7 p.m., cuando la pareja regresaba en la moto a su hogar, la mala hora los sorprendió. Iban por la vía principal de Arenal, frente a la finca La Coquera, cuando Griselio vio que un taxi, de placas UAR-883, venía por el carril contrario. “Mi hijo me dice el carro siguió con las luces altas y que lo encandiló. En la vía se cruzó una vaca y chocaron contra el animal y luego contra el taxi”, relató el padre de Griselio Vega.
Dicen que el taxi arrolló por varios metros a Adela y luego el taxista siguió su camino, entregándose a la Policía en Villanueva. A Adela la llevaron al hospital de Arenal, pero llegó muerta. Al mismo centro médico trasladaron a Griselio, pero luego lo remitieron a Cartagena, a la Clínica Barú. “Tiene contusiones y raspaduras. Lo que me ha dicho ha sido muy poco porque no para de llorar, pues ya sabe que su mujer murió”, relató el padre del motociclista.
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