Horrorizados. Así están los habitantes de Rocha (Arjona), tras el macabro hallazgo que se hizo ayer en la mañana en la finca Mi Pequeña Margarita, que está en el sector Manga del Polvar del mencionado corregimiento.
Allí, encontraron los cadáveres de Juan Fernando Jiménez Cervantes y el de su hijo Jainer, de apenas 3 años y 6 meses. Tanto el adulto como el menor fueron baleados. Se conoció que Juan Fernando, de 26 años, cuidaba desde hace nueve meses la finca, que está en la vía que de Rocha lleva a Ballesta (Turbana).
Una versión, no confirmada por las autoridades, deja ver que un sujeto armado habría ingresado al inmueble ayer en la madrugada. Intimidó a Jiménez y luego le dio un balazo en el tórax. El agresor no tuvo contemplación y también le dio un balazo en la cabeza al pequeño de 3 años. La mujer del Juan Fernando no estaba en la finca cuando ocurrió el hecho. La macabra acción quedó al descubierto solo unas horas después. Poco antes de las 6 de la mañana de ayer, cuando el dueño de la finca llegó y encontró los cadáveres del cuidador y el de su hijo. Aunque algunos rumoran que se trató de una venganza o de un lío pasional, la Policía de Bolívar indicó que no hay nada claro y que los móviles son motivo de investigación.
Dentro de las indagaciones no se aparta si las muertes de Juan Fernando Jiménez y la de su pequeño retoño tengan algo con ver con el hecho que ocurrió el 13 de abril de 2014. Ese día, Juan Jiménez Castro, de 45 años y padre de Juan Fernando, fue asesinado en la plaza de Ballestas. El hombre, quien administraba una finca en Turbana, fue baleado por un sicario y otro hijo suyo salió herido luego de forcejear con el pistolero, y por fortuna se recuperó.
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