En la quinta etapa del barrio Los Calamares, en la intersección entre el parque de la virgen y una de las entradas principales al barrio, un motociclista sufrió un percance al ver como la motocicleta en la que repartía domicilios se fue en un hueco de alcantarilla.
La tapa de alcantarilla que hacía falta en el lugar convirtió al mismo en una trampa que incluso podría ser mortal para un peatón.
Esta calle del barrio Los Calamares con frecuencia se convierte en una especie de canal cuando se presentan fuertes lluvias, donde incluso la corriente del mismo podría arrastrar a una persona.
La poca visibilidad en este lugar a causa de la corriente y el agua estancada hizo que el motociclista no pudiera advertir el peligro al que se exponía
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