María Isabel Téllez Márquez sigue buscando a su hijo Rodolfo Enrique Bonilla Téllez, desaparecido el jueves 16 de noviembre de 2006. Dejando correr las lágrimas, dice que no claudicará en el empeño de saber qué le pasó a su ser querido, y resignada a la probable pena de que esté fallecido, espera al menos tener sus restos para darle cristiana sepultura.
Desde que no volvió a saber del joven, hace 7 años y medio, esta madre no ha tenido tranquilidad en el alma, por lo cual nuevamente recurre hoy a la prensa para invocar la ayuda de las personas, cualquiera que pueda darle pistas sobre la suerte que pudo haber corrido Rodolfo Bonilla, quien el 14 de diciembre del año en que desapareció iba a cumplir 20 años de edad.
Rememorando
Bonilla Téllez vivía en El Pueblito, un poblado del municipio de Arjona. Cuenta María Isabel que su hijo y otros dos hombres llamados Javid Lugo Toro y Arturo Licona Lugo se transportaban en una camioneta entre las poblaciones de Rocha y Puerto Badel. “A aquellos dos los mataron a balazos, y mi hijo desapareció, su cuerpo no apareció; la prensa lo dio como desaparecido en solo dos renglones, y no se dijo nada más desde entones”.
Dice que la Fiscalía Seccional precluyó su investigación sobre este caso, de modo que tampoco este organismo le dio más información al respecto.
Antes de que sucediera este hecho, el joven vivía en Cartagena, en el barrio Zaragocilla. En esta ciudad se dedicaba a lavar carros. Luego se trasladó a El Pueblito, donde vivió 11 meses junto a su esposa y su pequeño hijo, que cuatro meses después de desaparecido Rodolfo, también falleció, a la edad de 15 meses, como consecuencia de una aguda infección.
Presentimiento
Esledis Bonilla, hermana de Rodolfo, por su parte detalla que su hermano tiene una cicatriz notoria a la altura de la ceja izquierda y es de tez morena clara. “Quiero saber si está muerto, y de ser así, que nos digan dónde podemos encontrar el cuerpo”. Perseguidas por el fantasma grande de la incertidumbre en torno a la suerte de su ser querido, madre e hija dicen sospechar de que allegados a Rodolfo saben la verdad sobre lo sucedido con el joven. Dicen que cuando ellas han preguntado sobre la causa de esa desgracia, les cambian el tema, o simplemente no les dicen nada.
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