Fueron muchos los cartageneros que encendieron velas en las terrazas de sus casas en honor a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, entre la noche del domingo y la madrugada de ayer. Pero también fueron muchas las personas que se excedieron con el consumo de licor y que protagonizaron riñas que tuvieron desenlaces fatales, dejando enlutadas a cinco familias.
En ese lapso, cinco personas, entre ellas una mujer, fueron asesinadas en ataques de armas de fuego y armas blancas, en peleas que ocurrieron en Olaya Herrera (2), El Pozón, La Esperanza y Paseo Bolívar.
Así lo confirmó la Policía Metropolitana de Cartagena, que señaló que los casos de intolerancia aumentaron este año en un 32 por ciento, pues en la noche de Velitas del 2013 miembros de la institución atendieron 120 riñas, mientras que este año fueron 164. Las autoridades también reportaron la muerte de una persona en un accidente de tránsito.
Además, la Policía destacó que fueron incautados 45 kilos de pólvora y que no hubo quemados durante la noche de Velitas. Dos personas fueron capturadas por homicidio.
LOS ASESINATOS
La racha de crímenes empezó a las 9:30 p.m. del domingo, en la calle Oriza de Paseo Bolívar. Allí fue asesinado Dairo Guillermo Pereira Peñalosa, de 24 años. Dicen que el joven estaba en la entrada de un baile de picó junto a su novia, cuando un sujeto con el que habría tenido problemas anteriormente llegó al lugar.
Después de una discusión, el verdugo de Dairo sacó un arma de fuego y sin contemplación lo mató de cuatro balazos, delante de su novia y todos los presentes. Por ese caso hubo una persona capturada. De la víctima se conoció que vivía en la calle Santa Fe de Torices. Sus parientes se abstuvieron de dar declaraciones.
Solo una hora después, a las 10:30 p. m., mataron a Rosmel Alberto Melo Tordecilla en el sector Playa Blanca de Olaya Herrera. El joven, de 19 años, vivía en la calle Los Corales de ese sector y era el segundo de seis hermanos. Se ganaba la vida como mototaxista, pero el domingo aprovechó para ganarse unos pesos extras vendiendo velitas. Con lo que ganó, se fue en la noche para el sector El Caguán, donde tocaba un picó. Estaba en el lugar cuando llegó un amigo al que le dicen ‘el Rembe’, acompañado por un joven con el que Rosmel había tenido problemas.
“Rosmel empezó a discutir con el muchacho con el que tenía problemas y hasta lo intentó corretear, pero ‘el Rembe’ se metió, sacó un arma y le dio un balazo en el pecho a Rosmel. Yo no sé por qué ‘el Rembe’ hizo eso, porque él era amigo de Rosmel, hasta iba a la casa y todo. Amigos hoy en día no hay”, relató Dorca Tordecilla, mamá de Rosmel. A este último lo llevaron al CAP de Olaya, pero llegó muerto. Su agresor huye.
Poco después, a las 11 p. m., mataron a Erick José Ramos Ospino, de 21 años, en el sector El Canalón de La Esperanza. El joven vivía en el sector El Hoyo del mismo barrio y trabajaba como obrero en una empresa en Mamonal. El domingo en la noche se fue para un baile de picó en el sector El Canalón, en el que se encontró con su padre, José Ramos Romero. “Llegué al sitio y le dije a mi hijo Erick que nos fuéramos porque el ambiente estaba pesado, pero él no se quiso ir porque se encontró con unas amigas. Al rato llegó ‘el Negro’, un pelao con el que yo tengo problemas. Me tiene rabia porque yo un día le pedí que no golpeara más a una muchacha que fue novia suya, a la cual yo conozco. Desde entonces me tira puyas, pero yo nunca le he prestado atención”, relató José.
Dicen que en medio del baile, Erick tropezó a ‘el Negro’ sin intención, y este aprovechó para agredirlo. “Yo me metí y ‘el Negro’ me cortó tres veces en un brazo con un pico de botella. A mí me llevaron al CAP de La Esperanza y allá fue que me enteré que ‘el Negro’ había matado a mi hijo Erick de una cuchillada en el pecho”, relató el padre de la víctima. El agresor escapó y dicen que se fue hacia Lorica.
EN LA MADRUGADA
Al llegar la madrugada de ayer siguieron los crímenes. A las 2 a.m., mataron en la carrera 37 del sector Ricaurte, en Olaya, a Yenis Esther Muñoz Villa, de 34 años, diagonal a su casa.
La mujer era cocinera de un Centro de Vida de la Alcaldía y esperaba que le renovaran el contrato para el próximo año. Deja tres hijos y familiares contaron que el domingo en la tarde se sentó en la terraza de su casa en una mecedora y que cargó en sus piernas a su hijo mayor, de 18 años. “Ella estaba como nostálgica, como que presentía lo que iba a pasar”, recordó un pariente. En el sector habían muchos festejos y la mujer se quedó en las afueras de su casa hasta la madrugada de ayer, esperando sobre todo que regresara su hijo mayor. “De pronto apareció su hijo mayor corriendo, pues un pelao armado lo perseguía. El hijo de ella se metió en una casa, pero a ella no le dio tiempo de refugiarse y el pelao le dio un balazo en la espalda. El asesino huyó y a ella la llevaron al Hospital Universitario, pero murió”, relató el mismo familiar de Yenis.
El último crimen fue el de Danovis de Jesús Martínez Baena, de 24 años. Vivía en el sector Miramar de El Pozón y el domingo en la noche se fue con su mujer para una discoteca en el sector La Esquina Caliente. En el lugar se habría encontrado con hombres con los que, al parecer, tenía líos. Cerca de las 3 de la madrugada de ayer, su mujer decidió irse del lugar y Danovis se quedó. Dicen que la mujer había caminado pocas cuadras cuando un conocido la alcanzó y le dijo que habían matado a Danovis. Cuentan que este estaba en las afueras de la discoteca, en la vía principal de El Pozón, cuando uno de los sujetos con los que tenía problema le dio un balazo en el tórax. Al herido lo llevaron a un centro médico, pero murió en el camino.
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