En pocos días Julia Espinosa pasó de estar alegre, a ser invadida por un dolor inmenso que acongoja su corazón. Hace 40 días, celebró el cumpleaños número 40 de Roberto Figueroa Espinosa, el menor de sus cinco hijos.
Hoy, espera que lleven el cadáver de este a su vivienda, pues murió en un desafortunado accidente en el que terminó implicado Orlando, otro de sus hijos. Ayer, a las 6 de la mañana, las llantas traseras del bus de Turbaco que manejaba Orlando le pasaron por encima a su hermano Roberto, quien trabajaba como sparring en el vehículo. El hecho ocurrió en la carretera Troncal de Occidente, frente a la entrada del barrio El Rodeo.
Aturdido por lo que pasó y ayudado por otras personas, Orlando llevó a Roberto a la Clínica Madre Bernarda, pero fue poco lo que pudieron hacer los médicos.
Roberto se fracturó varias costillas y tuvo otras lesiones en el tórax que lo llevaron a la muerte solo unos instantes después del accidente. La tragedia tiene abrumada a toda su familia en Turbaco.
Caída fatal
Roberto Figueroa vivía con su mujer y sus dos hijos, de 2 y 7 años, en la casa de su madre, que está junto a la carretera Troncal de Occidente, en Turbaco, frente al sector La Canalita del barrio El Paraíso.
Sus parientes dijeron que su verdadero oficio era el de pintor de muebles y casas, pero cuando no tenía contratos se iba a trabajar como sparring en el bus que maneja su hermano Orlando, de placas UAE-295 y afiliado a la empresa Renaciente. Como en los últimos días no tenía contrato, trabajaba con su hermano. Roberto y Orlando salieron ayer a las 4:30 a. m. Rato después, al pasar frente a El Rodeo, Roberto iba de pie en las escaleras traseras del bus, perdió el equilibrio y cayó al pavimento mientras el vehículo andaba. Orlando no pudo hacer nada. Cuando se dio cuenta de lo que pasaba, las llantas traseras del bus ya había sellado el fatal destino de su hermano. Dicen que Orlando está inconsolable.
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