En extrañas circunstancias fue asesinado un joven en el corregimiento de Santa Ana, isla de Barú, el viernes en la noche cuando asistía a una baile de picó.
El ahora occiso fue identificado como Álvaro Acosta Arévalo, de 16 años, natural de Santa Ana y residente en la Calle Larga, de esa misma población.
De acuerdo con el relato de los parientes, Acosta Arévalo había salido de su casa el viernes a la 7 de la noche, informando que asistiría a un baile de picó, que se estaba organizando en un establecimiento de diversiones del mismo corregimiento.
Hasta el momento no se sabe si Acosta estaba en compañía de alguien o si llegó solo al baile, pero sí se supo que siendo las 2 de la madrugada tuvo un desencuentro con uno de los parroquianos en el exterior del establecimiento.
A la discusión (de la cual se desconocen los motivos) se fueron sumando otras personas, hasta que se originó una reyerta en la que Acosta recibió una herida de cuchillo en la espalda. Más adelante le propinaron otra en el cuello; y por último, lo remataron con un disparo de revólver en el pecho.
Unos minutos después de que Arévalo cayó herido, un testigo dio aviso a uno de sus familiares, quien, a su vez, alertó a la madre, quien lo trasladó al CAP de la población, donde los galenos dijeron que había llegado sin signos vitales.
Mientras tanto, en el sitio de la reyerta se decía que uno de los agresores era una persona conocida como “El Wilmer”, aunque más tarde se conoció que otra persona había sido capturada, hecho que, al cierre de esta edición, no había sido confirmado por la Policía Metropolitana de Cartagena.
Las autoridades descartaron que las agresiones se hayan dado en medio de un atraco, ya que la víctima tenía todas sus pertenencias.
De Álvaro Acosta Arévalo se supo que recientemente había abandonado los estudios y que era el menor de cuatro hermanos.
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