Las balas fueron las responsables de sembrar el dolor en el seno de los hogares de Jesús Antonio Rendón Granada y Samir Alfonso Gómez Palacio.
Los dos hombres son las víctimas de sendos atentados que ocurrieron la noche del jueves, en los barrios El Pozón y Nuevo Bosque.
Por un lado, está el caso de Samir. Sus padres vivían en una vereda de Buenavista -Córdoba- pero la noche del 3 de abril de 1988 debieron salir del lugar huyéndole a la violencia, ejercida por un grupo al margen de la ley. “Esa noche, mataron a 28 personas y nosotros tuvimos que huir. Nos fuimos a Planeta Rica -Córdoba- y allá fue que nació Samir, quien es el menor de mis tres hijos”, recuerda Alfonso Gómez, padre del albañil. Samir tenía 23 años y hace 8 llegó a Cartagena con sus padres y hermanas, con quienes se estableció en el sector 20 de Enero de El Pozón.
Trabajaba como albañil, era soltero y deja tres hijos. Dicen que el jueves se fue a trabajar a una construcción en el Centro Histórico y a las 6 de la tarde de ese mismo día regresó a casa. “Recibió una llamada y luego se cambió y se fue en su moto”, cuenta Alfonso Gómez.
Se sabe que eran las 7 de la noche cuando Gómez Palacio llegó al sector Central. Cruzaba por la vía principal del barrio y un sujeto que estaba parado en una esquina, sacó un arma de fuego y le dio un balazo en la cabeza. Al herido lo llevaron al hospital de El Pozón y luego a la Clínica Madre Bernarda, donde falleció minutos después.
“No sabemos por qué le hicieron eso. Sí conocemos que algunas veces él tuvo problemas por peleas, pero hasta ahí”, explicó el progenitor de la víctima. La Policía investiga si el crimen tiene que ver con un lío de pandillas.
De otro lado, está el caso de Jesús Antonio Rendón Granada, de 42 años. El comerciante era oriundo de Medellín y llegó a Cartagena hace ocho años. Su mujer, Dalys Navarro, cuenta que se dedicaba a vender ropa y ocasionalmente prestaba dinero al interés. Jesús vivía con su mujer en un apartamento alquilado, que está en la manzana 44 de la sexta etapa de Nuevo Bosque.
El jueves, Rendón salió con su compañera a cobrar un dinero y a las 9:30 de la noche regresó a su hogar. “Cuando íbamos entrando a la casa me dijo que tenía hambre y yo le dije que iba a comprar comida en la tienda. Acababa de salir cuando escuché varios disparos y entré corriendo a la tienda, creyendo que era una pelea de pandillas. En ese momento vecinos me fueron a buscar para decirme que acababan de balear a mi marido”, relató la mujer del comerciante.
Dalys encontró tendido a su marido en la terraza de su casa. Un sujeto que iba de parrillero en una moto acababa de darle dos balazos en el tórax, uno en el pecho y otro en el abdomen. Por un lado, las autoridades investigan un ataque directo, pero la mujer de la víctima cree que se trató de un atraco. “A Jesús no solo lo balearon, sino que se le llevaron un bolso en el que llevaba $4 millones, que era la plata que acababa de cobrar”, indicó Dalys. Al herido lo llevaron en una patrulla de la Policía a la Clínica El Bosque, pero llegó muerto. La víctima no tenía antecedentes judiciales. Las autoridades investigan para esclarecer el móvil del homicidio.
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