Un momento oscuro que sus familiares hubieran querido evitar, quedará marcado en la memoria de la menor de 4 años que tuvo que presenciar el momento en que los sicarios atentaban contra la vida de su padre.
Una ráfaga de disparos, de la que logró salir ilesa, fue la que acabó con la vida de su progenitor Dagoberto Hurtado Amaya, de 35 años, cuando ambos se transportaban en una camioneta Toyota Fortuner por la carretera Troncal de Occidente, a la altura de La Concepción, en la mañana de este jueves a eso de las 8:30 de la mañana.
Los sicarios que se movilizaban en una motocicleta emprendieron la huida dejando a Dagoberto moribundo. Las personas que se encontraban en el lugar intentaron auxiliarlo, llevándolo en la misma camioneta a la clínica Madre Bernarda, pero llegó sin signos vitales.
Los delincuentes fueron perseguidos y cayeron en manos de la comunidad, quienes intentaron lincharlos, pero con la intervención de la Policía Metropolitana de Cartagena se los llevaron del lugar y los pusieron a disposición de la autoridad competente. La motocicleta también fue destruida.
“La patrulla que se encontraba en entidades bancarias y en el cuadrante logra la captura, inmoviliza la moto e incauta un arma de fuego 9 milímetros”, dijo sobre este hecho el general Carlos Rodríguez, comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena.
La menor, quien debió presenciar este lamentable hecho, quedó en manos de la Policía de Infancia y Adolescencia, quien luego la entregó a sus familiares.
La víctima residía en Los Jardines y tenía varias vans que laboraban haciendo rutas escolares.
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