Nila Paternina sentó a su lado a su hijo Joel David Paternina Paternina, para leerle la Biblia. Estaba en la sala de su casa y quería que el joven, quien sufría de esquizofrenia, se calmara. Eran las 6 de la tarde del domingo y mientras Joel, de 22 años, repetía que le dolía la cabeza, su madre leía un fragmento del libro.
De pronto, la mujer sintió un estallido fuerte. Creyó que en la entrada de su casa habían tirado un “tirito” como es común cuando se acercan las Fiestas de la Independencia de Cartagena, pero al llegar a la puerta y voltear a ver a su hijo, vio que este se agarraba en cuello y botaba sangre. Acababan de darle un balazo. El hecho ocurrió en una zona llamada Paraíso 54, en el sector Campo Bello del barrio Nelson Mandela. Nila dice que fue alguien que llegó a pie quien le disparó a su hijo, pero cuando abrió la reja de hierro que protege la entrada de su casa el agresor ya había desaparecido. Joel murió en la entrada de su casa solo unos instantes después, pues la bala entró por la parte izquierda de su cuello y salió por su pómulo derecho.
“Joel nació con esquizofrenia y además era epiléptico. Desde septiembre estábamos luchando con la EPS a la que estaba afiliado porque no le entregaban sus medicinas, pese a que un juez lo ordenó. Él estaba enfermo y no andaba en cosas malas, pero cuando lo molestaban cogía mucha rabia y se defendía. Hace un mes un tipo vino a la casa y lo amenazó de muerte, pero no sabemos quién es”, relató Nila. Las autoridades investigan el móvil del crimen y buscan al responsable.
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