Hasta el cierre de esta edición, un hombre permanecía grave de salud, en el CAP del barrio Canapote, después de haber sido víctima de un atentado a bala.
Se trata Osvaldo Bonilla Olascuaga, de 65 años, natural de Cartagena y residente en el corregimiento La Boquilla.
De acuerdo con el relato de testigos, Bonilla Olascuaga llevaba unos 15 días siendo el vigilante de una construcción en la Calle 66 de Daniel Lemaitre, en la cual laboraba los fines de semana.
Diagonal queda una vivienda, que es de su propiedad, y en donde los inquilinos administran una fonda, donde Bonilla acostumbra a almorzar.
Ayer, siendo la 1 de la tarde, el vigilante cruzó hacia la fonda y se sentó a almorzar.
Media hora después llegó un desconocido, quien solicitó un almuerzo, pero nunca se sentó a almorzar, pues a los pocos minutos de haber hecho el pedido se acercó a la mesa de Bonilla, desenfundó un arma de fuego y le propinó un balazo en el pómulo derecho. Seguidamente, lo golpeó en la cabeza con la cacha del arma.
Mientras las demás personas corrían despavoridas, Bonilla caía desde lo alto de la terraza de la fonda hacia la orilla la carretera, donde dejó un gran charco de sangre.
Aprovechando la confusión de los comensales, el agresor saltó a la vía y se embarcó en una moto que se desplazó en dirección hacia el barrio Santa María, según dijeron algunas personas.
Esos mismos testigos, quienes dicen conocer a Bonilla desde hace algún tiempo, creen que el agresor no es un pistolero profesional, por lo cual también intuyen que puede tratarse de una rencilla personal entre el herido y el atacante.
Una vez ocurrido el hecho, y después que el agresor huyó, varios vecinos rescataron a Bonilla y lo trasladaron a la sala de urgencias del CAP del barrio Canapote, donde el personal médico informó que posiblemente sería remitido a una clínica de mayor complejidad, dada la gravedad de su herida.
Agentes de la Policía Metropolitana de Cartagena, que hicieron presencia en el lugar, manifestaron que están investigando para saber cuáles son las causas del hecho y sus posibles autores.
Mientras tanto, los moradores de la Calle 66 aprovecharon para decir que están preocupados porque en esa misma zona, hace unos 15 días asesinaron a un padre de familia que intentó defender a su hija de un ladrón que pretendía robarle el teléfono celular, mientras que, en las mismas circunstancias fue ultimado un joven por ladrones que también querían despojarlo de su teléfono móvil.
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