La pena fue contundente. A Pablo Andrés Zapata Acevedo lo mataron vilmente. El joven discapacitado fue asesinado en el barrio El Campestre. Sin importarles su condición, atracadores lo acuchillaron en repetidas ocasiones hasta causarle la muerte.
Más de un año después, la justicia halló responsables del hecho a Manuel Villa, alias ‘el Ñapa’; Eleine Jiménez, ‘Eleine’; y Larry Fortich, alias ‘el Curvo’, señalados de integrar una banda delictiva denominada ‘los Moblesanos’.
Estos envejecerán tras las rejas, pues los condenaron a 40 años, 5 meses y un día de prisión. La pena la dio a conocer ayer el Juez Séptimo Penal del Circuito con funciones de Conocimiento, en una audiencia de lectura de sentencia.
Se conoció que en la diligencia, el abogado de los procesados solicitó que estos fueran absueltos, pero el juez acogió los planteamientos presentados por la Fiscalía y el abogado de la familia de la víctima, dando lectura de la sentencia posteriormente.
“La muerte de un hijo no se repone con nada, pero esperábamos, por su discapacidad y viendo que era un joven que no se metía con nadie, que a los asesinos les dieran la pena máxima de 60 años de cárcel que se había solicitado. Sin embargo, estamos conformes con la pena que recibieron. Cuarenta años de cárcel tienen que darle una experiencia a los homicidas y a la familia de estos, por el ejemplo de crianza que les dieron a estas personas, porque ahí se ve el degrado de la sociedad. Parece que no mataran una mosca, pero fueron el terror de El Campestre. Pablo fue un granito que Dios aportó para que por ese medio ellos fueran capturados, y ahora condenados”, indicó Rubén Zapata, padre del joven asesinado.
Sin piedad
Pablo Andrés Zapata tenía 26 años cuando lo mataron y a muy temprana edad sufrió un accidente que le dejó en condición de discapacidad. Vivía en la segunda etapa de El Campestre y allí era conocido y querido por muchos. Siempre estaba presto a hacer favores.
Sin embargo, el 22 de marzo del año pasado su suerte acabó en tragedia, por culpa de unos atracadores. Eran las 11 de la noche cuando llegaba a su casa a pie. Estaba solo dos cuadras cuando fue interceptado por tres sujetos. Estos le quitaron el bolso que llevaba.
Cuando se iban, Pablo Andrés agarró a uno de ellos y ahí fue cuando, a sangre fría, le dieron varias cuchilladas y lo mataron.
Los gritos de Pablo fueron muchos y alertaron a los vecinos, pero rápidamente los agresores escaparon y lograr evadir los operativos de la Policía. Todo parecía perdido pues no se tenían testigos del hecho. Los responsables estaban en la calle.
Sin embargo, solo unos pocos meses después, las investigaciones que realizaban miembros de la Sijín de la Policía Metropolitana se fortalecieron, gracias a la aparición de un testigo que indicó cómo habían sido los hechos y quiénes eran los responsables.
Fue así como la Fiscalía logró obtener órdenes de captura, solicitadas a un juez de Garantías. Mediante estas órdenes judiciales, fueron aprehendidos ‘Eleine’, ‘el Ñapa’ y ‘el Curvo’. Tras ser llevados ante jueces de Garantías, los aseguraron en la Cárcel de Ternera, en la que se encuentran desde entonces.
Ahora, tendrán que pasar más de 40 años encerrados en ese centro penitenciario, donde se les escurrirá la juventud.
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