Las caras tristes de los habitantes de Crucito, un corregimiento ubicado en las estribaciones del Nudo del Paramillo, evidencian un profundo dolor. Miran hacia la casa que quedó hecha cenizas y lloran ante la impotencia que les produce no haber podido salvar a los cinco menores que se calcinaron al interior de la misma.
El hecho, que motivó tres días de duelo en el municipio de Tierralta, y múltiples condolencias por parte del presidente de Colombia, Iván Diuque, y de las autoridades departamentales, es materia de investigación por parte de las autoridades.
De acuerdo con lo señalado por el secretario de Gobierno de Tierralta, Róder Ramos, las madres de los menores que murieron calcinados no se encontraban en la vivienda cuando ocurrió el hecho. Los cinco pequeños, de uno, tres, siete, nueve años y otro de solo ocho meses de nacido, eran hijos de dos hermanas y de una tercera mujer que había dejado su pequeño al cuidado de ellas.
Las primeras inforaciones señalan que ellas amarraron la puerta para evitar que se salieran y los dejaron solos en la humilde vivienda de tabla y palma. Dejaron una veladora encendida, debido a que en Crucito no hay servicio de energía eléctrica, y se fueron a una fiesta en la plaza del pueblo.
Las primeras investigaciones señalan que al parecer la veladora se pudo haber caído y generado la conflagración. Fue justamente una de las vecinas del lugar la que se dio cuenta del fuego que salía de la casa y de inmediato alertó a los otros para que ayudaran a apagar el fuego.
Varios de ellos intentaron derribar la puerta, para salvar a los pequeños, pero fue imposible lograrlo, pues las llamas cada vez eran más fuertes. Los gritos de dolor y desespero laceraban el corazón de la comunidad y de los pequeños que estaban al interior de la casa.
Varias personas resultaron con quemaduras tratando de hacer algo, pero en cuestión de minutos el fuego devoró la casa y dentro de ella quedaron los cuerpos de los cinco menores.
Un equipo de Medicina Legal que llegó a la zona, luego de subir a través del río Sinú por espacio de dos horas, trajo los cadáveres hasta Montería con el fin de hacer el trámite legal correspondiente. Se prevé que serán entregados a sus familiares mañana lunes para la realización de un sepelio colectivo.
El alcalde de Tierralta, Fabio Otero, dijo que brindará el acompañamiento necesario a sus familiares e hizo un llamado de atención a los padres de familia para que eviten descuidos que pongan en riesgo la vida de sus hijos.
También aprovehó la oportunidad para solicitar al gobierno nacional mayor inversión para estas comunidades abandonadas, pues Crucito no tiene servicio de energía eléctrica y la úbica forma de acceder a ese lugar es por vía acuática, pues no hay vías.
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