Mirar la tragedia ajena terminó causándole la suya.
Esa es la triste historia del vigilante Jairo Castillo Ramírez, quien pereció en una camilla de la Clínica El Bosque (antigua San Juan de Dios), luego de luchar por varios días contra la muerte.
El hombre salió herido en un accidente de tránsito que ocurrió en la vía a Mamonal, cerca de la sede del Sena Náutico. Iba en su moto y chocó con otro vehículo similar, sufriendo lesiones letales.
Con empleo nuevo
Jairo Castillo era el menor de cuatro hermanos y tenía 31 años. Vivía con su mujer y sus dos hijos, de 8 y 3 años, en la carrera 103 de San José de Los Campanos. Nació en Cartagena y sus parientes explicaron que durante varios años se dedicó a trabajar como mototaxista, pues por más que se empeñó en conseguir un empleo en una empresa, no lo logró.
Hace tres años compró una moto, en la que terminó hallando su mala hora. “Era mototaxista y andaba por todos lados. Sin embargo, en todo el tiempo que trabajó en eso jamás tuvo un accidente”, relató el padre de Castillo.
Hace solo unos meses, Jairo consiguió lo que quería: un empleo formal como vigilante. Por eso estaba muy feliz. “Primero trabajó quince días en una empresa. Luego, le salió un contrato en otra y ya tenía casi tres meses laborando allí”, explicó Jennys Escobar Zabaleta, esposa de Jairo. Pero la felicidad no duró mucho para el vigilante.
El domingo sus superiores le indicaron que le tocaba turno nocturno. “Me dijo que iba a hacerlo sin renegar de nada porque estaba nuevo en la empresa y quería ganarse la confianza de sus jefes. Yo le preparé la comida y se la empaqué y a las cuatro de la tarde salió de la casa. Antes, me dijo que iba para el Centro y luego a la empresa en la que estaba prestando el servicio de vigilancia, en Mamonal”, contó la viuda del vigilante.
Así lo hizo Jairo, pero cuando iba en su moto, de placa RNL-11C, rumbo a su trabajo, se accidentó. Iba por la vía a Mamonal, en sentido hacia Pasacaballos, cuando miró hacia un lado repentinamente a ver un accidente de un hombre que había chocado en una moto contra un burro.
“Un hombre que iba delante de Jairo, también en una moto, se detuvo de repente para chismosear. Jairo miró, pero no se detuvo y cuando volvió a mirar al frente ya tenía muy cerca la otra moto y no pudo frenar para evitar chocar. Chocaron cacho contra cacho”, relató Jennys Escobar. Jairo cayó y sufrió un golpe severo en la cabeza que le causó una muerte cerebral en el acto, mientras que el conductor de la otra moto, de matrícula OXO-79D, sufrió lesiones leves. A ambos los llevaron a la Clínica El Bosque. Los médicos dijeron que Jairo no tenía esperanzas de salvarse, pues su lesión era severa. La sentencia se cumplió el martes, a las 4 de la tarde. A esa hora, murió el vigilante.
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