Fue tan dura la imagen de aquel joven de 18 años tendido en mitad de la vía Circunvalar, empapado en sangre y sin vida, que la comunidad de Villa Grande de Indias la emprendió contra el camión dobletroque que acababa de arrollarlo.
El hecho ocurrió el martes, a las 6 de la tarde, y fueron unas veinte personas las que apedrearon el pesado vehículo, partiéndole los vidrios, mientras el cadáver de José Carlos Cantillo Pérez permanecía tendido en la vía. La intervención de miembros de la unidad de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana evitó que destrozaran por completo el vehículo.
Iba a visitar a la novia
La víctima del accidente vivía en el vecino municipio de Turbaco, en el barrio Bellavista, sector El Veranillo.
Sus parientes contaron que el próximo año José Carlos cursaría el último año de bachillerato, en la institución educativa Crisanto Luque, que está en ese mismo municipio. Por eso estaba muy contento, pues por fin se graduaría de bachiller.
Dicen que el martes estuvo la mayor parte del día en su casa, pero poco antes de las 4 de la tarde salió de su hogar. Antes de partir, dijo a sus padres que iba a la sede de la Registraduría Nacional de la Nación que está en el municipio, a ver si ya había llegado su cédula.
“Después que fue a la Registraduría salió para Cartagena. Nos dicen que iba a visitar a la novia, que vive en Villa Grande de Indias, pero no avisó a sus papás que iba para allá. Nadie sabía que estaba allá”, relató una prima del estudiante.
El joven habría tomado un bus y se bajó en el kilómetro 6 de la vía Circunvalar. Cuando cruzaba la carretera, un camión, de placas TAD-513, lo arrolló. Aunque aún se adelantan las investigaciones para determinar las causas del accidente, una versión deja ver que el joven habría pasado la vía sin precaución, y al conductor del camión dobletroque no le dio tiempo de frenar para evitar arrollarlo.
El joven murió en el acto, al pasarle entre pecho y cabeza una de las llantas del pesado vehículo. Otros dicen que un vehículo impidió que el estudiante viera el camión cuando cruzaba la Circunvalar. Ante el accidente, los gritos de los que estaban cerca no se hicieron esperar.
El conductor, un hombre mayor, abandonó su vehículo, el cual fue apedreado después por una multitud. También hubo amagos de bloquear la vía Circunvalar, pues los vecinos que llegaron se quejaban por la falta de señalización en el sector y por la ausencia de un puente peatonal para las personas que a diario deben atravesar esa carretera.
La presencia de agentes de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Cartagena en el sitio impidió que bloquearan la carretera.
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