Edwin Cañate Pérez estaba descansando cuando a las 8:20 de la mañana de ayer llegó una mujer agitada a buscarlo a su casa, en la carrera 21 del barrio La Paz, en las faldas de La Popa. La mujer gritaba y decía que su pequeña nieta, de 1 año, acababa de sufrir un accidente.
Edwin corrió al hogar comunitario del Bienestar Familiar en el que cuidaban a la niña, que está a tres casas de la suya, cuando una de las funcionarias salió con la pequeña Dulce María en brazos.
“Me la entregó y yo la cargué, estaba toda mojadita y la señora me dijo que había caído de cabeza en un balde de agua, que utilizan para trapear, pero no me dio detalles. Yo cogí mi moto y llevé a mi nieta al CAP de Canapote a toda prisa”, relató conmocionado el abuelo materno de la menor.
Era una carrera contra el tiempo, pero, por desgracia, la tragedia no tuvo vuelta atrás.
Al llegar al centro médico, uno de los galenos de turno le informó al angustiado familiar que Dulce María había llegado sin signos vitales. Intentaron reanimarla, pero fue en vano.
Instantes después, llegaron al sitio los padres de la niña, quienes protagonizaron dolorosas escenas.
La menor vivía con su mamá y su papá en un apartamento de segundo piso que está frente al hogar comunitario donde ocurrió el accidente.
Era la menor de dos hermanos (su hermano mayor tiene 4 años), y sus parientes la describen como una niña alegre y activa. Apenas el 27 de marzo pasado, sus padres le celebraron con una fiesta su primer año de vida.
“Este año la niña ingresó al hogar del Bienestar. Entraba a las 8 de la mañana y salía a las 3 de la tarde. Todo el día pasaba conmigo y hoy tenía cita médica y yo dije que no la llevaran a la guardería, y mire lo que pasó. Acababa de llegar a la guardería cuando sucedió el accidente. Las que atienden la guardería no nos dicen nada, después de lo que pasó, se fueron. Eso fue un descuido porque a esa hora ya no era para que estuvieran trapeando, eso debían hacerlo antes que llegaran los niños”, dijo el abuelo de Dulce María. Se espera que los parientes de la menor tomen acciones legales por lo ocurrido.
“Lamentamos profundamente esta situación. Como ICBF estaremos prestos a apoyar a los padres y a la familia de la menor, brindándoles acompañamiento”, dijo Lenny Cuello, directora Regional encargada en Bolívar del ICBF, quien explicó que la Madre Comunitaria lleva cuatro años prestando el servicio, y según miembros de la comunidad ha venido realizando su labor de manera adecuada. El hogar fue cerrado mientras se investiga.
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