Son muchos los recuerdos que a los familiares de Jesús María Villalobos Luna -también conocido como El Perro-, les quedan tras dos años de su asesinato. Este hombre construyó sus actividades económicas desde la humildad en la que creció, fue vendedor de ajo en el Mercado de Bazurto, vendía candados y cuando se metió de lleno en el asunto de las apuestas, dice su hijo Jesús María, nunca perdió la sencillez.
A propósito de los dos años de su homicidio y el nulo avance en las investigaciones, familiares de ‘El Perro’ se acercaron a nuestras instalaciones para recordarlo. (Lea aquí: Una mujer mató a Jesús María 'el Perro' Villalobos)
Sus comienzos
“Hablar con mi papá, -comenta Jesús María Jr- era sentarse a escuchar todas sus historias y anécdotas. Él tuvo compraventas, droguerías, tuvo la primera credencial del comité de boxeo en Cartagena... se dedicó a tantas actividades económicas, era un inquieto por la vida”. Pero la que lo enamoraba, insiste su hijo, era la de las apuestas.
Con su empresa de chances impulsó la organización del gremio, empezando por Sincelejo donde se dio el primer gremio, uniéndose para ganar por igual. “Él fue uno de los que aplaudió la sanción del tema de las apuestas en 1982, porque ahora sí tendríamos tranquilidad”, comenta Villalobos.
En lo suyo
El día que mataron a ‘El Perro’, una mujer llegó a su tienda en el barrio El Líbano en la mañana. Le dijo que no tenía para comer y él le regaló un kilo de arroz y varios huevos. Esa historia la repite su hijo, resaltando el cariño que su padre tuvo siempre con las personas humildes. Fue esa misma mujer quien le contó el hecho cuando se acercó a comprobar que los rumores de su muerte eran ciertos.
“Yo no apruebo la muerte de mi padre, pero él murió haciendo lo que le gustaba, en su tienda, con su negocio y ayudando. Siempre dijo que moriría así”, comenta Jesús María.
Pensando en su padre, quien casi a los 80 años se levantaba de madrugada y cumplía sus jornadas de trabajo en la tienda que tenía en el barrio El Líbano, Jesús María Jr piensa que aún le faltaban muchos años de vida; “así, en sus cabales y moviéndose como él sabía, por lo menos hasta los 87 hubiera estado dando lidia, pero ese día, personas que aún siguen libres y tranquilas, nos lo quitaron definitivamente”, concluye.
Sin avances
Sobre las 9:30 de la mañana del 16 de mayo de 2014, una mujer y tres hombres se acercaron a la tienda llamada Los Villalobos, en El Líbano. Tras comprar unas bolsas de agua, dispararon contra ‘El Perro’, dándole un tiro en la cabeza y otros en el cuerpo; en el atentado también resultó herido un familiar.
Desde el asesinato de Jesús María, sus familiares han asistido en búsqueda de avances en la investigación por su homicidio. Aunque algunos de ellos relacionan su muerte con el negocio de las apuestas, en la Fiscalía encargada del caso no se ven resultados. Los hijos del hombre piden que se haga justicia con ellos, así como lo hacen con otros homicidios en el país.
"No entendemos cómo alguien que aportó tanto a Cartagena y a la costa, creó 2.700 empleos aquí y 3.000 más en la región, pueda ser olvidado tan rápidamente”, comentan.
La Fiscalía General de la Nación indicó que el caso aún se encuentra en etapa de indagatoria.
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