El terror no lo vivieron la noche de ayer los parientes de Octavio José Hernández Dita y Darwin De Arco Anaya durante la celebración de Halloween. El miedo y el horror lo experimentaron horas antes, cuando estos dos fueron asesinados a cuchilladas en hechos aislados, que ocurrieron en Vista Hermosa y La Candelaria.
A ambos los acuchillaron en medio de actos de intolerancia y la Policía Metropolitana confirmó que el presunto asesino de Hernández fue capturado.
Por un lado, está la historia de Octavio José. Tenía 30 años, era oriundo de Bajirá (Antioquia), y vivía en una finca que está entre Arjona y Turbaco. Desde hace cuatro meses cuidaba ese predio. Los suyos contaron que el domingo llegó al barrio Vista Hermosa en Cartagena, con su esposa. Llegó a buscar a su hijo, de 4 años, quien se quedaba en casa de una hermana.
Allí se quedó y en la noche asistió a una reunión familiar que se hizo en ese sector. Todo parecía ir bien, hasta que cuando faltaban pocos minutos para la una de la madrugada de ayer, una riña aguo la fiesta y llevó la muerte. Parientes de Octavio cuentan que varias personas empezaron a reclamarle al Dj de la fiesta que dejara de poner solo música champeta.
“Le dijeron que también pusiera vallenato o salsa, para complacer a personas mayores, pero eso le molestó al Dj y luego empezó a insular a una muchacha y se fue”, indicó un pariente de la víctima.
Dicen que solo unos instantes después, el Dj regresó con su padre y varios amigos, armados con piedras y cuchillos. Insultaron a varias personas y luego lanzaron piedras.
“Octavio no estaba metido en eso, pero al ver lo que pasaba les pidió a esos hombres que se quedaran quietos, que no había pasado nada para que estuvieran así. Por eso lo atacaron. Le lanzaron piedras y luego uno de ellos le dio una cuchillada en el cuello y otra en la espalda”, contó el mismo familiar.
El agresor huyó con sus acompañantes y al herido lo llevaron a la Clínica Blas de Lezo, pero allí llegó muerto debido a las heridas. Instantes después, en una rápida reacción, miembros de la Policía Metropolitana de Cartagena atraparon al presunto asesino.
“Cruzó la línea”
De otro lado, está el crimen de Darwin De Arco, quien tenía 20 años. Vivía en la calle Los Niños de La Candelaria con su abuela Julia Rosa Alcázar Salguedo. Esta fue quien lo crió. El joven se ganaba la vida vendiendo plátanos. Los suyos recuerdan que casi a diario, en las mañanas, se iba temprano con un amigo y vecino para el mercado de Bazurto. En la tarde, luego de vender plátanos, regresaba con este.
Eso, precisamente, hacía el domingo, a las 6 de la tarde. El joven llegaba a su casa con su amigo luego de su jornada de trabajo, cuando unos diez miembros de la pandilla ‘los de La 18’, de La Candelaria, los sorprendieron. “El amigo alcanzó a correr. Darwin intentó hacerlo también, pero le tiraron una piedra y cayó al piso.
Se levantó y llegó al CAP del barrio, pero estaba cerrado. Salió del CAP y siguió corriendo, pero una cuadra después lo alcanzaron. Lo atacaron con machetes y cuchillos”, contó la abuela del vendedor ambulante.
Los agresores escaparon y al herido lo llevaron a un centro asistencial, donde llegó sin signos vitales a causa de las heridas en el cuello y el abdomen. La Policía Metropolitana trabaja en las capturas de los responsables del hecho.
Se dice que entre los agresores están alias ‘Fabián’, ‘Morrison’, ‘el Coyote’ y ‘el Wilfran’. Aunque se rumora que el hecho se habría dado por una riña, la familia de Darwin negó tal cosa. “Lo mataron por ser de otro sector, por cruzar la línea. Él no estaba metido en peleas ni tenía problemas”, concluyó Julia Rosa Alcázar.
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