El principio del fin de semana marcó la tragedia en las carreteras de Bolívar. A mediodía del viernes, sobre la variante de Turbaco un motociclista fue arrollado por un furgón y perdió la vida tras las graves heridas.
Mientras que ayer en la tarde, el conductor de un carro particular que iba por San Juan Nepomuceno, supuestamente se salió de la carretera y por los fuertes golpes murió en el acto.
Las autoridades de tránsito investigan las causas de ambos accidentes.
La primera vez
La muerte sorprendió a Rubén Darío Barrios Navarro a mediodía del viernes, cuando regresaba a su casa del lugar donde el hijo tomaba el bus para el municipio de Marialabaja. Según narró su esposa, Marisela Simancas, era la primera vez que lo llevaba en su motocicleta, marca Honda y línea CV 160 DLX. Al parecer, transitaba por la Variante de Turbaco, a la altura del cementerio Jardines de Paz, cuando de repente un furgón lo golpeó en la parte trasera. El choque fue tan grave que Rubén cayó de la motocicleta quedando sin casco y golpeándose contra el suelo.
De inmediato fue trasladado hacia la clínica Barú, con fracturas en sus piernas, un hematoma en la pierna izquierda y un trauma craneoencefálico. Fue atendido por médicos de urgencias, quienes lo llevaron a la sala de cirugía. Pese a los múltiples esfuerzos, falleció de un paro cardiorrespiratorio.
Rubén tenía 37 años, residía en Zaragocilla y deja siete hijos, además era ayudante de camiones.
Se conoció que el conductor del furgón se entregó a las autoridades y le hicieron una prueba de alcoholemia, que salió negativa. Además fue dejado en libertad porque no se ha interpuesto una denuncia, mientras que el vehículo fue retenido.
Perdió el control
En el sector conocido como Caña Fría, sobre la Troncal de Occidente en el municipio de San Juan Nepomuceno, una persona murió y otras tres resultaron heridas.
William Alfonso Annicharico, quien conducía el carro, de marca Chevrolet y línea Sail, murió en el instante. Los heridos fueron Yurleidis Gómez Martínez, de 24 años; Édgar Naranjo, de 27 años y de nacionalidad venezolana; y Laura Pérez Serrano, de 19 años. Los funcionarios trabajaban en la construcción de un Centro de Desarrollo Infantil (CDI), en el barrio El Progreso de San Juan.
Según algunos testigos, el vehículo transitaba sobre la vía y de un momento a otro terminó en un abismo de cerca de 10 metros de profundidad sobre la margen derecha de la carretera.
“Estábamos parados sobre la vía para cruzar al otro lado cuando sentimos el ruido, salimos corriendo a ayudar a los heridos y nos encontramos con la fatal noticia”, dijo un transeúnte.
Yurleidis fue trasladada a Cartagena por una herida de gravedad en la barbilla. Édgar tiene heridas en el brazo derecho y hematomas en la cabeza y lo remitieron a Barranquilla. Mientras que Laura Pérez estuvo en observación médica en el Hospital de San Juan y fue trasladada a Barranquilla.
Murió aquí
Gilberto Antonio Ayazo Palencia, de 43 años, transitaba en una motocarro con sentido Lorica, Córdoba -San Bernardo del Viento, Sucre, cuando lo atrapó la tragedia. A las 8 de la noche del lunes 18, un camión cargado de plátanos transitaba en el sentido contrario y, supuestamente, el conductor intentó sobrepasar una moto, pero el mal estado de la vía lo hizo invadir el carril contrario, chocando fuertemente con Gilberto.
Ayazo Palencia perdió el control del motocarro y se salió de la vía, sufriendo una fractura abierta en la pierna izquierda. De inmediato fue trasladado al hospital de Lorica, donde lo remitieron hasta la clínica María Reina en Sincelejo, porque tenía comprometida una arteria.
Además de un politraumatismo. Allí duró un día, pues fue llevado hasta la clínica Barú, en Cartagena porque, al parecer, no había médico vascular que lo atendiera. En esta última lo operaron. “Pero cuando se le acabó el Soat, te sacan de ahí. Esto fue un paseo de la muerte”, aseguró Temilda Palencia, tía de la víctima.
La mujer afirmó que tras quedarse sin el Soat, lo remitieron a la clínica Crecer el jueves a mediodía y donde finalmente falleció a las 12 del día tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. Gilberto deja cuatro hijos y era el mayor de cuatro hermanos.
El conductor implicado en el hecho se encuentra libre porque no se ha hecho la denuncia, aunque el vehículo sí está retenido por las autoridades.
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