Fueron sicarios que iban de parrilleros en motos, los encargados de sembrar a el dolor, a sangre y fuego, en el seno de dos familias.
Son las familias de Jesús Manuel Baena Cuadro y del militar José David Contreras Beltrán. Los dos hombres fueron asesinados en hechos aislados, que sucedieron en los barrios El Pozón y Nelson Mandela.
En este último barrio mataron a Jesús Manuel, siendo el crimen más reciente. El hombre, de 40 años, era oriundo de San Diego (Cesar), y hace 16 años llegó a Cartagena en busca de mejor fortuna. Vivía en la calle La Reina del sector Las vegas, en Nelson Mandela, junto su madre y un primo. Era el tercero de cinco hermanos y deja tres hijos.
“Él nació con un problema en una pierna y por eso no podía caminar bien. Desde hace varios años se sentaba en la puerta de su casa y ahí, en una mesa, vendía minutos a celular. Tenía un Sai. Era muy colaborador y hasta le ayudaba a algunos niños de la cuadra a hacer tareas”, relató un pariente de Jesús.
Ayer, a las 11:30 de la mañana, Jesús atendía su negocio. Apenas empezaba a paladear su almuerzo cuando la muerte le llegó de golpe. Dos sujetos en una moto llegaron. El parrillero bajó y se acercó hasta donde estaba Jesús, a quien le propinó cuatro balazos. Baena cayó de la silla donde estaba y quedó muerto en el piso.
El pistolero huyó con su compinche y escapó, pese a los operativos de la Policía en la zona. “No entendemos qué pasó. Él no tenía problemas ni amenazas”, relató una familiar de Jesús.
¿POR ROBO O EQUIVOCACIÓN?
Por otro lado, está el caso de José Contreras. Tenía 19 años y vivía en el sector Primero de Mayor, en El Pozón. Era el segundo de tres hermanos y los suyos contaron que estaba prestando el servicio militar. “Estaba en el Ejército y ahorita lo tenían en el Chocó. Hace poco juró bandera y el seis de noviembre se vino para Cartagena porque le dieron un permiso”, relató Duvis Contreras, madre del joven.
Contreras aprovechó su estancia en la Heroica para visitar a su padre, que vive en el municipio de Santa Rosa de Lima. Estuvo con él algunos días y regresó a El Pozón con su mamá. Esta contó que el miércoles en la noche, su hijo se levantó y salió de la casa, sin que nadie se diera cuenta.
Se fue hasta una esquina del sector El Terraplén, en el mismo barrio, donde se reunió con otros jóvenes. Vecinos y parientes de José dicen que en esa esquina, que está a unos pasos de la vía La Cordialidad, estaba sentenciada una tragedia. “Desde hace varias semanas en el barrio se rumoraba que habían amenazas de personas que decían que no querían ver a ningún pelao en esa esquina sentado, pero mi hijo como estaba en el Ejército no sabía eso, estaba recién llegado”, relató la madre del difunto.
El miércoles, poco después de las 9 p. m., cuando José estaba en esa esquina charlando con otros jóvenes, dos sujetos en una moto llegaron . El parrillero sacó un arma y disparó en repetidas ocasiones. “Todos los pelaos corrieron, pero José recibió un balazo en una pierna y cayó al suelo. El sicario se le acercó y le dio otro balazo en el cuello, y lo mató en el acto”, explicó un pariente de Contreras. Los familiares del militar creen que lo habrían matado por error. Pese a ello, la Policía Metropolitana indicó que el crimen sería una retaliación por un robo que ocurrió meses atrás, en el que José habría participado.
Comentarios ()