Si por algo recuerdan en Santa Rosa de Lima a Amaury Castro Altamar, es por su vocación de servir y enseñar, y por su permanente buen sentido del humor.
Sus parientes aún tienen grabadas las pintorescas imágenes que protagonizó en noviembre pasado, cuando participó en la Fiestas de la Independencia de Cartagena, disfrazándose de Simón Bolívar.
Sin embargo, toda la alegría del ‘Profe’, como lo llamaban en Santa Rosa por su labor como docente de primaria en la Escuela Técnica Agropecuaria Nuestra Señora del Carmen, se fue de golpe. Amaury fue una de las dos personas que murieron ayer en la mañana tras salir heridas en accidentes de tránsito.
La tragedia de Amaury, de 65 años y quien vivía en la calle primera de La Ceiba de Santa Rosa, empezó el 8 de diciembre.
Ese día, el docente partió de su pueblo hacia el corregimiento de Zipacoa, jurisdicción del municipio de Villanueva.
“Allá estuvo en la procesión de la Virgen de Zipacoa”, dijo un allegado. Cuando el docente regresaba a Santa Rosa le llegó la mala hora.
Iba de parrillero en una moto, manejada por Overlan Gómez. Cruzaban por la vía que de Zipacoa lleva a Santa Rosa cuando chocaron de frente con otra moto.
“Cuando pasábamos por la embocada de Cañaveral, una moto que venía en vía contraria nos chocó”, relató Overlan. El tremendo impacto hizo que el ‘Profe’ y Overlan cayeran de la moto.
Allegados de ambos que cruzaban por el lugar los socorrieron y llevaron al puesto de salud de Santa Rosa. De allí fueron remitidos en ambulancias a Cartagena, a la Clínica General del Caribe.
Overlan sufrió una fractura en una pierna y golpes leves, pero Amaury no contó con la misma suerte. Sufrió una fractura en el cráneo y pese a los esfuerzos médicos por salvarle la vida, murió ayer, a las 6 de la mañana, tres días después del accidente. Santa Rosa está de luto.
Muertes casi al tiempo
Mientras Amaury moría en la Clínica General del Caribe, Adonay José Ceballos Doria hallaba su tragedia en la vía Circunvalar.
Ayer, poco antes de las 6 de la mañana, el hombre iba a bordo de una moto por la mencionada carretera cuando chocó con una buseta. El choque fue violento y Adonay, de 33 años, sufrió lesiones severas.
Lo llevaron a un centro médico, donde pereció instantes después. Su cadáver entró a la morgue de Medicina Legal a las 10 de la mañana de ayer. Sus parientes llegaron al instituto a realizar los trámites que le permitan reclamarlo y darle cristiana sepultura. No quisieron referirse al hecho.
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