Aunque encontraron la muerte en hechos distintos, los casos de Juan Carlos Márquez Parra y Pedro Alfonso Mendoza Barceló tuvieron un común denominador: perecieron tras ser impactados por balas.
La familia Márquez Parra no recibió la visita de los Reyes Magos ayer 6 de enero, sino que momentos antes de llegar la fecha, recibió a la muerte, pues uno de sus seres queridos fue asesinado el sábado en la noche, en el barrio Huellas de Alberto Uribe.
Juan Carlos Márquez Parra había decidido salir de su casa en el mencionado barrio para ir a visitar a una prima en San José de Los Campanos. Al salir se despidió de su abuela y sus dos tíos, con quienes vivía. Todo parecía ir normal.
Los familiares de Juan manifestaron que no saben a qué hora exactamente salió este, pero sí cuándo se topó con la muerte.
Los dolientes afirmaron que después de decirle adiós a su prima, Márquez retomó la vía hacia su residencia, pero a las 7:40 p. m. del sábado fue interceptado por dos hombres que iban en moto. El parrillero desenfundó un arma y disparó.
Uno de los proyectiles impactó en el ojo izquierdo a Juan y otro lo alcanzó en el abdomen. Todo sucedió a pocos metros de su casa.
La muerte de la víctima fue casi instantánea y mientras la gente del lugar se enteraba de lo sucedido, los asesinos escaparon.
Vecinos llegaron a la casa de los parientes de Juan para dar la mala nueva. Estos fueron de inmediato a ver y lo encontraron muerto. Ellos están desconcertados, pues dicen que Juan no tenía amenazas.
“Que uno sepa él no había sido amenazado. De hecho, siempre fue una persona tranquila”, expresaron los allegados, quienes continuaron afirmando que tampoco sabían si Juan Carlos estuvo involucrado en alguna riña alguna vez.
Una versión de una fuente oficial deja ver que Juan Carlos habría estado consumiendo alucinógenos y cuando regresaba a su casa fue asesinado.
La Policía también indicó que Juan Carlos era conocido como el Maluquito y que se investiga su participación en hurtos sucedidos en la zona. Esto es algo que está por determinar y nada es dado por cierto.
El cadáver de Márquez fue llevado a Medicina Legal para que sus familiares realizaran las diligencias para reclamarlo. El joven era el mayor de 3 hermanos.
Las ganas de comer conejo de Pedro Alfonso Mendoza Barceló quedaron solo en eso, en ganas, porque infortunadamente encontró la muerte cuando realizaba labores de caza en Marialabaja, la tarde del sábado.
Pedro había salido de su casa en el barrio Las Cañas hacia Canal 7, zona rural del mencionado municipio. Iba a cazar conejos, según manifestaron los uniformados de la Policía Nacional.
El hombre llegó al sitio en una moto Bajaj Pulsar roja, portando una escopeta calibre 16. En medio de su actividad, Mendoza Barceló decidió hacerle una limpieza al arma de fuego, pero no tuvo en cuenta un peligroso detalle: colocó la culata del arma hacia el suelo y el cañón hacia su abdomen, quizá sin sospechar lo riesgoso de la idea.
Finalmente, esta mala práctica fue la causa de su desgracia, pues en medio de la limpieza, el gatillo de la escopeta fue accionado y la bala que salió del arma se le incrustó en el abdomen al hombre de 40 años.
Al verse herido, Pedro Alfonso recogió todo, subió a su moto y llegó a su casa, donde luego de explicarle a su hermano lo sucedido, le pidió que lo llevara hasta el hospital local.
Las autoridades dicen que en el centro asistencial los médicos manifestaron que la bala le afectó varios órganos, causándole la muerte antes de poder atenderlo.
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