Más de doce meses de intrigas, dolores y misterio. Hace solo tres días se cumplió un año del asesinato de la holandesa Durdana Bruijn, a la cual estrangularon cuando estaba con su esposo Péter Pútker a bordo de un velero fondeado en el sector Bahía de Las Mantas, en Isla Grande (Islas del Rosario). (Lea aquí:Turista holandesa murió por asfixia mecánica, no de un golpe en la cabeza)
Sin embargo, durante todo el tiempo transcurrido, las autoridades aún no resuelven las principales incógnitas: ¿Quién le causó la muerte a la extranjera y por qué? Por lo menos, no han hecho un pronunciamiento oficial para informar en qué van las investigaciones o qué se ha hecho con los elementos materiales probatorios recogidos en el lugar del hecho y las pruebas científicas practicadas a estos. ¿Fue la extranjera asesinada por atracadores que subieron a su velero?, como lo afirma su esposo. O sería este quien estaría tras el hecho, pues desde un comienzo las autoridades han indicado que hay sospechas sobre él. (Lea aquí:"Lo declarado por mi padre es cierto": hijo de holandesa asesinada)
Esto último fue recalcado hace unas semanas por el diario holandés De Telegraaf, que publicó en su página en Internet que tras las investigaciones realizadas por las autoridades de ese país, que trabajan de la mano con las colombianas, Pútker ha sido considerado oficialmente como sospechoso dentro del proceso y que por ello tiene una restricción.
No puede salir de Holanda mientras la investigación continúe. Si sale, como está notificado en la Interpol, podría ser capturado en cualquier aeropuerto distinto al de su país natal. Sin embargo, el defensor de Péter en Cartagena, el abogado penalista Hernando Osorio Rico, indicó que no tiene conocimiento sobre restricciones legales contra Pútker en Holanda o en Colombia. (Lea aquí:"Yo soy la víctima": Holandés investigado por crimen de su esposa)
“Tiene completa libertad en Holanda. Péter dice que en Colombia desconfían de él y que por eso enfocaron la investigación por allí. Muchas evidencias se perdieron porque las autoridades no buscaron rastros de los delincuentes en el barco. En Holanda hay un respaldo unánime a Péter, tanto su familia como la de Durdana lo apoyan. Él me dijo que pida a las autoridades que la investigación llegue a su término y que se le deje su nombre en limpio”, dijo Osorio Rico.
Velada fatídica
Durdana tenía 54 años y el año pasado decidió salir de Holanda para hacer una travesía junto a su esposo, un veterinario retirado. Zarparon en su velero, de nombre Lazy Duck (pato perezoso), y dieron marcha. La búsqueda de aventuras los llevó hasta Colombia, haciendo un recorrido por hitos turísticos. El 15 de septiembre llegaron a la bahía de Cartagena, provenientes de Santa Marta.
Solo cuatro días después, fondearon su nave en Isla Grande, sector Bahía de Las Mantas. Peter dijo a las autoridades colombianas que en la noche tenía preparada una cena romántica para su mujer, cuando al barco subieron cinco sujetos encapuchados y lo golpearon en la cabeza. Al despertar y salir a la proa, encontró a su mujer muerta. Indicó que se trataba del ataque de piratas y que le habían hurtado varios elementos. Sin embargo, las autoridades tuvieron dudas de su testimonio pues no hubo hurto e indicaron que en la zona no había registro de atracos o bandas dedicadas a atracar embarcaciones. “Pese a lo que dijeron las autoridades en un principio, sabemos que en ese sector de las islas sí puede haber piratas, como pasó hace un par de meses -a principios de julio- cuando intentaron atracar a una pareja de españoles que estaban en su yate en ese mismo sector”, puntualizó el abogado de Pútker.
Tras la muerte de Durdana, su velero quedó a disposición de la Fiscalía mientras que su marido rindió declaraciones a la Policía y la Fiscalía en Colombia, y luego a las autoridades holandesas, que también investigan el crimen. Seis meses después del hecho, investigadores de Holanda llegaron a Cartagena e inspeccionaron el Lazy Duck, que aún sigue a disposición de la Fiscalía General.
En un principio se conoció que el cadáver de Durdana tenía rastros de piel humana en las uñas, ya que se habría enfrentado a su agresor o agresores. Sin embargo, las autoridades aún no revelan los resultados de dichas pruebas. “De las pruebas no nos han dicho nada, no se sabe nada”, indicó Hernando Osorio. Sobre Pútker hay sospechas porque indicó que los sujetos que dice atacaron a su mujer eran piratas, pero en el barco hallaron todos sus elementos de valor. Más de un año ha pasado desde entonces y son muchos los interrogantes los que siguen en el aire para los parientes de la víctima. “Queda uno con el sabor amargo de que los responsables no han sido capturados”, concluyó el abogado de Pútker. Un año después del crimen de Durdana, aún no hay algo claro.
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