Édgar Luis Caicedo Guerrero, el joven que perdió la vida en la mañana del domingo cuando estaba dándose un baño en Albornoz, no estaba borracho, según lo manifestado por su padre Édgar Caicedo.
“Él sí había bebido el sábado, pero fueron como seis u ocho cervezas. No creo que eso lo emborrachara”, aseveró el progenitor, quien añadió que su hijo pidió ayuda varias veces antes de ahogarse el domingo en la mañana.
Edgar, quien acostumbraba a bañarse en el sector donde encontró la muerte, había nadado casi 12 metros de distancia desde la orilla hasta una boya que se encuentra en el lugar. Confiando en su capacidad para nadar, se lanzó con un primo, pero al llegar, ambos estaban cansados como para volver de la misma manera.
Su primo le dijo que regresaran por los pilotes que hay cerca de la boya, pero Caicedo Guerrero dijo que era más cerca irse derecho nadando. Lastimosamente, cuando iba a mitad del tramo se detuvo porque se quedaba sin fuerzas y tras quedarse flotando le pidió ayuda a sus amigos, pero estos no se atrevían a llegar hasta donde estaba él.
Fue así como Édgar se hundió una primera vez y salió, solicitando auxilio, pero el cansancio pudo más, razón por la que se hundió una segunda vez. En esta ocasión fue definitiva, pues no emergió en busca de auxilio. Además, según sus familiares, Guardacostas solo hizo una inspección muy superficial y luego se fueron.
Un paro o un calambre
Amigos y familiares de Édgar Luis aseveran que, al parecer, le dio un calambre o un paro cardiaco cuando estaba dentro del agua intentando regresar, pues el joven quedó con los brazos tiesos.
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