Luego de una acalorada discusión, un hombre asfixió a su compañera presionándole la garganta con las manos y luego de cometer el homicidio tomó la decisión de quitarse la vida colgándose de una viga de la residencia ubicada en el barrio Santa Helena del municipio de Baranoa, Atlántico.
Según la Policía del Atlántico, el hombre respondía al nombre de José De Jesús Campo García, de 46 años de edad, y la mujer a Paola del Carmen Escobar Alvarado, de 32 años.
Uno de los hijos, de 14 años de edad, relató a las autoridades que sus padres estaban discutiendo cuando el hombre se le abalanzó a la mujer y con las manos le presionó la garganta hasta causarle la muerte. Al darse cuenta de lo que había hecho, tomó una cuerda que ató en una de las vigas y luego se ahorcó colgándose de la ella.
Paola del Carmen Escobar Alvarado y su compañero sentimental José de Jesús Ramos García, tenían una relación armoniosa que como fruto dejó a dos niños que ahora tienen 8 y 14 años. Él tuvo otro hijo de 11 años, producto de otra relación.
CELOS
Hace tres meses, Paola se sometió a una cirugía de matriz, desde entonces iniciaron sus problemas, según dijeron algunos vecinos. Ella les contó a los más allegados que José quiso tener relaciones sexuales, pero que no lo dejó porque debía cuidarse por la cirugía.
Una vecina dijo que Paola advirtió que José cambió su forma de ser desde que ella no quiso acostarse con él. “Él pensaba que lo que sucedía era que Paola le estaba siendo infiel y por eso no lo complacía, por eso peleaban constantemente”, afirmó una amiga de la pareja.
El jueves en la mañana, José debía irse a trabajar a un barco pesquero, pero se devolvió para la casa, según él, porque el bus lo dejó. De inmediato se puso a tomar licor. “Lo vimos como a las doce. Ella tenía la costumbre de encerrarse para que él no pensara nada malo”, dijo la allegada.
En la noche, como a las 10:00, en la calle se escuchaban los gritos de la pareja. Discutían fuertemente ante la presencia de los dos niños. Quienes viven cerca pensaron que no pasaría a mayores, pero a las 11:30 hubo más escándalo. “Nosotros quisimos entrar a la casa pero él no nos dejó. Yo creo que ella ya estaba muerta porque no la escuchábamos. Los niños también se quedaron callados”.
A las 12:00 el panorama había cambiado totalmente, pues todo se encontraba en completa calma. Para entonces, unos patrulleros de la Policía habían llegado y decidieron entrar a la fuerza a la casa, ubicada en la calle 24 número 15 – 38, barrio Santa Helena, de Baranoa. Al ingresar vieron la escena: él estaba tirado en la sala con una soga al cuello y sin vida. Ella, también muerta, estaba en la cocina. Ambos niños tiritaban de pánico.
Lo que ocurrió, de acuerdo a lo expresado por investigadores, es que Paola habría recibido golpes con algún arma contundente y además fue estrangulada por el hombre. Él, al verla muerta, amarró una cuerda en el techo y se ahorcó.
Los técnicos de criminalística le encontraron al hombre unas heridas en las manos, descubrieron con los testimonios de los menores, que el de 14 años se le subió a la espalda y lo mordió para que soltara a su mamá, mientras que el otro niño estaba escondido en un closet.
¿La casa de la muerte?
Una historia similar ocurrió el 29 de marzo de 2008, la protagonista fue una pareja que vivió en esa misma residencia. Alba Inés Reina y Antonio De la Hoz convivieron por un tiempo, pero él, en un ataque de celos, se subió a un bus intermunicipal en el que viajaba ella y le dio varios balazos, hirió a otra persona y luego se disparó en la cabeza, muriendo en el acto.
Carlos Reina, papá de Alba, quien reside al lado de esa casa, dijo que este nuevo caso le recordó la muerte de su hija. “Yo eme bloqueé. No sabía qué hacer porque eso es muy fuerte”, dijo el señor.
Con protección
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar anunció un acompañamiento sicológico a la familia de la pareja, en especial a los niños que estuvieron presentes durante la tragedia. Actualmente ellos están bajo el cuidado de unos parientes.
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