John Frank Díaz Pulido, de 32 años, y Wilfrido Sierra Farias, de 26, tuvieron un fatal destino. Aunque no se conocían, ambos murieron con una hora de diferencia en la oreja del puente de Murillo con Circunvalar, que está a un costado del Parque Metropolitano, por culpa de una guaya de una grúa que estaba atravesada en la mitad de la vía.
La tragedia comenzó a las 3:30 de la mañana de este sábado. A esa hora se movilizaba John Frank en su moto rumbo a su casa, en el barrio Los Ángeles de Soledad, pero no se dio cuenta que la guaya estaba en la carretera y murió en el acto.
“La grúa intentaba sacar un bus que quedó atascado en la laguna que se formó allí. Tuvo que estirar la guaya lo suficiente para poder sacarlo, pero cuando realizaba estas labores el motociclista no vio el cable por la oscuridad y se estrelló. Murió de una”, explicó un vecino del sector que presenció el accidente.
WILFRIDO, OTRA VÍCTIMA
Una hora después, cuando John permanecía muerto en el lugar, llegó la segunda víctima. De la misma manera como John no vio la guaya, Wilfrido pasó sin darse cuenta del cable y murió poco después en la clínica La Victoria.
“No había señalización de nada en el lugar, a pesar que había un muerto tirado. Por eso Wilfrido tampoco vio la guaya”, denunció un familiar del joven de 26 años, quien era comerciante.
Wilfrido cruzaba la oreja del puente para dirigirse a su casa en el barrio Las Moras.
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