Eran tres los hombres que amedrentaban a Jessica Paz Soldán, luego de ganarse su confianza con engaños. La superaban en número y fuerza, y uno de ellos le tenía la hoja filosa de un cuchillo en el cuello, obligándola a entrar a una garita de la muralla que está junto a la Avenida El Pedregal, en Getsemaní. Pese a que la abogada, de 26 años, lloraba y pedía que no le hicieran nada, ningún vecino del lugar se dio cuenta de lo que pasaba.
Los padres de la mujer, quien terminó sus estudios académicos en la Universidad Libre y realiza su judicatura en el Juzgado Décimo del Circuito, contaron que los sujetos aprovecharon la soledad y oscuridad del sitio de la madrugada del viernes de la semana pasada. Lo que vino después, es un hecho escabroso que la joven y los suyos quieren borrar para siempre de sus vidas.
Sus parientes dijeron que pese a que luchó y suplicó, los tres hombres la doblegaron. Mientras uno de ellos le tenía el cuchillo en el cuello, los otros dos la accedieron sexualmente y luego se fueron. El sujeto del cuchillo no se conformó con ello y sació su sed de sangre. “Te voy a matar. Te voy a matar”, le decía el delincuente.
“Ella le dijo que ya había hecho lo que ellos querían, que no le hicieran nada, pero el sujeto empezó a acuchillarla por todas partes, le buscaba el pecho. Ella se tiró en el suelo y se hizo la muerta para que la dejara. Para constatar si estaba muerta el sujeto le dio varias cuchilladas más y ella tuvo que aguantar. Luego el hombre se fue”, contó Carlos Paz Soldán, papá de la víctima, con quien vive en el edificio Bancafé. En total fueron 47 las cuchilladas que recibió la mujer, en el cuello, el tórax, el abdomen, cerca de una oreja, entre otras.
La abogada, madre de un pequeño de 6 años, quedó tendida en la garita al menos una hora, esperando que sus agresores se fueran.
Luego, con las pocas fuerzas que le quedaban, salió arrastrándose, pidiendo auxilio. Un hombre que pasaba en una bicicleta la vio y dio aviso a la Policía. En una patrulla la llevaron al Hospital Naval.
Allá la operaron de emergencia, pues la cuchillada que le dieron en el cuello le afectó la yugular. También la operaron por una herida que le perforó un pulmón. Otra le afectó el hígado.
Hay denuncia
Los médicos le dijeron a los padres de la abogada que es un milagro que esté viva. Jessica ya se recupera en casa, pero no puede olvidar la horrible madrugada. Las pesadillas no la dejan conciliar el sueño y está bajo tratamiento psiquiátrico.
Carlos Paz Sedán contó que el día que su hija sufrió la agresión salió de su casa cerca de la medianoche, pues iba para una discoteca en la calle del Arsenal.
En el camino los tres hombres la abordaron y con engaños y amenazas se la llevaron hasta El Pedregal. Luego, Jessica fue víctima de los sujetos.
“Jessica es una buena mujer para la que no hay diferencias. Para ella todas las personas son iguales. Va a San Pedro y hace sentar en la mesa a gamines para darles comida. Hoy -ayer- está en Medicina Legal denunciando lo que pasó”, concluyó el papá de la abogada.
El caso está ahora en manos de la Fiscalía. Las autoridades buscan a los responsables con retratos hablados. Jessica llegó a Cartagena cuando tenía 16 años.
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