“Voladores” estallando en el cielo y dos picós sonando a todo timbal. Estatuas de la Virgen del Carmen iluminadas por velas moribundas y algunos hombres tratando de estar en pie, luego de varias horas de farra.
Habitantes del corregimiento de La Boquilla dicen que ese era el ambiente que se respiraba ayer, cerca de las 5 de la madrugada, cuando mataron a Manuel Alfonso Mendivil Tatis y Rafael Núñez Mestra. Ambos fueron ultimados a balazos dentro de la casa de este último, en el sector Marlinda del corregimiento La Boquilla.
Nadie se dio cuenta de lo que pasó. Nadie vio a los asesinos. Los disparos se confundieron con los “voladores” y amenizaron la parranda de los que alcanzaron la alborada. Sin embargo, parientes de las víctimas aseveran que quien estaría detrás de todo es un tendero con el que Rafael tenía diferencias y quien lo habría amenazado. Por eso, allegados intentaron agredirlo y luego saquearon su tienda, que también está en el sector Marlinda.
Rafael Núñez, quien igual que Manuel tenía 33 años, era nativo de La Boquilla. Le decían ‘Varón’ porque a todos los hombres los saludaba diciéndole así y sus parientes contaron que hace poco su esposa, con quien tuvo tres hijos, terminó la relación que llevaban y se fue a vivir con un hombre que es oriundo del interior del país, al que llaman ‘Chepe’. Se trata del tendero al que intentaron linchar.
“Ella se llevó a los niños y un tiempo después el mayor le dijo a Rafael que el cachaco lo estaba tratando mal. Rafael le fue a reclamar al cachaco y ahí empezaron los problemas. El cachaco le dijo a que él no amenazaba con puños, sino que quemaba”, relató una familiar de Núñez.
“Quería cambiar”
Las cosas quedaron así. Rafael siguió reparando abanicos y televisores en su casa y continuó asistiendo a una iglesia cristiana. “Él estaba decidido a cambiar. Fue a la iglesia y me dijo que quería dejar sus problemas de drogadicción. Yo le dije que lo iba a ayudar, pero que esperara porque no era tan fácil, y que iba a hacer todo lo posible para meterlo en un centro de rehabilitación”, contó Wilson Primera Tejedor, pastor de la iglesia a la que asistía Rafael.
En La Boquilla todos recuerdan que Rafael se la pasaba para arriba y para abajo con Manuel Mendivil, quien vivía cerca de su casa. Eran amigos desde pequeños y por eso el jueves, cuando Manuel se enteró que su amigo se había hecho una herida en una mano mientras reparaba un televisor, fue de inmediato a verlo y se quedó a dormir en la casa de este para acompañarlo. “A las cuatro de la madrugada de hoy -ayer- Manuel estaba frente a la casa de Rafael y le pidió mil pesos a un vecino.
Este le dio dos mil pesos, para que los compartiera con Rafael. Esa fue la última vez que lo vieron vivo. Creemos que una media hora después entraron a la casa y los mataron a balazos”, relató una hermana de Manuel, quien contó que a su pariente le llamaban ‘el Niño’. Los vecinos no se percataron de lo ocurrido. Solo tres horas después se descubrió la tragedia. Un amigo de Rafael llegó a su casa a buscar un abanico que este le había arreglado. Al llegar, vio la puerta abierta y entró. En la sala encontró muerto a Manuel, mientras que Rafael yacía en su cama, empapada con su sangre.
Tras el macabro hallazgo, hubo momentos de tensión cuando allegados de las víctimas intentaron agredir al tendero que habría amenazado a Rafael y saquearon su tienda. Policías llegaron al lugar y se lo llevaron para proteger su integridad. El hombre está libre y las autoridades investigan si en verdad tiene algo que ver en el doble crimen. La Policía no se pronunció por el hecho.
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