Fueron muchas las celebraciones en Cartagena por la clasificación de la selección colombiana de fútbol a los cuartos de final de la Copa América. Pero en medio de todos esos festejos, hubo cuatro hechos que enlutaron a varias familias.
Cinco personas fueron asesinadas, en tres hechos aislados que pasaron en Olaya Herrera, El Reposo y Fredonia, mientras que una anciana pereció tras salir herida en un accidente de tránsito en El Socorro, que ocurrió el domingo. La víctima fue identificada como Velma Muñoz Castro, de 81 años. Estaba internada en la Clínica Madre Bernarda.
Licor, balas y pandilla
Entre las víctimas de los hechos violentos están Luis Miguel Pérez Murillo y Gilberto Cabeza Hernández, ambos de 32 años. Eran amigos y vecinos. El primero tenía un negocio en el Pasaje Macía, en el Mercado de Bazurto y residía en el sector Jaime Pardo Leal de El Educador. A unas tres cuadras de allí vivía su amigo Gilberto, en el barrio Manuela Vergara de Curi.
Los parientes de Luis dicen que eran pocas las veces que salía a fiestas, pero no saben por qué el domingo, luego de ver el partido de la Selección Colombia contra su similar de Perú, se fue a tomar con unas primas y amigos.
Dicen que cerca de las 11 de la noche del mismo día llegó a un establecimiento público que está en el sector Barrio Nuevo de El Reposo. Allí también estaba Gilberto. Estaban juntos cuando varios miembros de una pandilla de El Reposo llegaron al lugar. “Todos los que estaban allí empezaron a correr. Luis y Gilberto estaban juntos y cuando quisieron escapar los balearon. Luis recibió dos balazos en el brazo derecho y otro en la espalda que le salió por el pecho, mientras que Gilberto recibió varios impactos en distintas partes”, relató un allegado de las víctimas.
Los pandilleros huyeron y allegados de los heridos los llevaron a la Clínica El Bosque. Gilberto, quinto de 6 hermanos y quien deja un hijo de 9 meses, murió en el camino. “Luis llegó vivo a la clínica y me decía que le dolía la espalda y preguntaba por Gilberto. Luego convulsionó y lo llevaron a cirugía, pero no aguantó y murió”, relató entre lágrimas Melba Murillo, madre de Luis. Pese a los testimonios de los parientes de las víctimas, la Policía Metropolitana indicó que el ataque hace parte de un ajuste de cuentas entre pandilleros. La institución confirmó que Gilberto Cabeza, a quien llamaban ‘el Cabezón’, tenía antecedentes por hurto calificado y porte ilegal de armas de fuego.
Antes del doble crimen de los amigos, la tragedia ya había pisado suelo en Fredonia. El mismo domingo, a las 6 de la tarde, Alcides García Valderrama caminaba por la calle 16 del mencionado barrio cuando se encontró con unos sujetos con los que tenía problemas. Testigos dijeron que uno de estos sacó una pistola y le dio ocho balazos. García, de 19 años, murió en el acto. El hecho generó una gran riña y por eso fue necesaria la intervención de agentes antimotines de la Policía. De la víctima se conoció que vivía en el sector Pantano de Vargas, en Fredonia. La Policía señaló que tenía antecedentes por porte de estupefacientes.
Crimen y venganza
Por último, está la tragedia en Olaya: un crimen vengado con sangre y muerte. En el sector 11 de Noviembre de ese barrio, junto a la calle Papa Negro, vivía Aris Daniel Duarte Chiquillo. Tenía 20 años y además de comerciante era peluquero. Según sus parientes, hace dos años el joven Ronny Dominiqueti, quien vive en la calle El Tabú de Olaya, le dio varias puñaladas por resistirse a un atraco. “Aris sobrevivió, pero desde ese momento Ronny se la montó, no lo podía ver porque quería hacerle daño”, relató Elizabeth Duarte, tía de Aris.
Esta también contó que ayer, a la 1 de la madrugada, Aris salió de su hogar a comprarle un pollo a su abuela y que al pasar por la calle La Villa fue sorprendido por Ronny, quien estaba con varios sujetos. “Ronny le dio varias puñaladas a Aris y una de estas le afectó el corazón. A Aris lo llevaron a la clínica y allá murió. Sus familiares estábamos allá en la clínica y no respondemos por lo que pasó después”, señaló la misma tía de Aris.
Tras enterarse de la muerte, allegados de Duarte Chiquillo fueron en busca de venganza. Fueron a la calle El Tabú a buscar a Ronny, pero dicen que el padre de este, Fabio Dominiqueti Quintana, salió en su defensa. Dicen que mientras Fabio intentaba evitar que agredieran a su hijo, fue baleado. Luego, los mismos sujetos le dispararon a Ronny. Sus agresores huyeron y padre e hijo fueron llevados al Hospital Universitario del Caribe. Fabio, de 44 años, murió y Ronny, hasta ayer, seguía luchando por su vida.
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