Elida Luz Salgado Ávila, la mujer de 44 años que raptó a una bebé recién nacida en el hospital San Jerónimo de Montería, no aceptó el cargo de secuestro simple agravado que le imputó la Fiscalía en la audiencia de legalización de la captura.
La defensa de la mujer se ‘juega’ dos cartas para evitar que ella vaya a la cárcel, donde podría pagar una condena entre 16 y 45 años, en caso de comprobar su culpabilidad. La primera de ellas es que es cabeza de hogar, con dos hijos a su cargo, lo cual podría garantizar casa por cárcel. La segunda es que un examen siquiátricos la declare interdicta o inimputable, con lo cual tampoco iría al penal, sino a un centro de rehabilitación.
Revelan detalles
La Fiscalía reveló detalles que aclararon el rapto. Explicó que la mujer sacó a la menor por la puerta principal del hospital San Jerónimo, sin que mediara revisión alguna.
Desde allí tomó un taxi, de los que habitualmente se parquea en la parte externa, y se dirigió a la casa de una sobrina, en el barrio Villa Melisa de Montería. Allí permaneció durante un corto tiempo y le pidió que le ayudara a preparar un tetero para la menor que acababa de tener, aduciendo que aún no le estaba saliendo leche.
Una vez realizada esa visita, que serviría de anuncio del nacimiento, nuevamente tomó un taxi y se dirigió hasta la urbanización El Recuerdo donde reside. Acostó a la bebé en la cama principal, la cual estaba decorada con el nombre Mariangel, el mismo que había utilizado para un baby shower que había realizado el pasado 2 de octubre, donde amigos y familiares le llevaron múltiples regalos.
La mujer, al llegar a su casa, subió a la red social Facebook varias fotografías de la menor en las que agradecía a Dios por el nacimiento de su hija. Una de esas gráficas era la misma que circulaba en las redes sociales, suministrada por Brian Acosta Arcia, padre de la bebé. Eso fue suficiente para que algunos de sus seguidores alertaran al Gaula.
Luego de ubicar al taxista que la había transportado, la Policía llegó a su casa y encontró a la menor dormida. Cuando la interrogaron dijo que esa era su hija, reveló la Fiscalía. Le pidieron el certificado de nacida viva y dijo que lo tenía una amiga, razón suficiente para que las autoridades le pidieran que la llamara. Sin embargo, cuando la amiga contestó dijo que ella no se iba a prestar para esa mentira. A Elida no le tocó de otra, sino confesar lo que había hecho.
Nunca estuvo embarazada
Otro de los detalles que reveló la Fiscalía en la audiencia es que la enfermera nunca estuvo embarazada como se había dicho inicialmente. Sin embargo, ella y sus familiares advierten que sí perdió una bebé. Amigos cercanos de la mujer indicaron que ella estaba embaraza y que su estado se había interrumpido tras caer de las escaleras de la torre donde reside. Reiteraban que ella es una buena persona, pero que no supo manejar esa situación, razón por la cual se siguió ilusionando con la posibilidad de ser madre.
Otros, señalaron a las autoridades que ella había sostenido una relación con un hombre y que este la había abandonado y que seguramente eso la haría mentir y simular un embarazo con el fin de recuperarlo. La mentira fue tan bien planeada, advierten, que incluso hizo el baby shower y subió 30 fotos a las redes sociales para que su pareja quedara suficientemente enterada del hecho.
Versión de la imputada
Elida dijo a las autoridades que aún no entiende lo que ocurrió aquella tarde en el hospital San Jerónimo de Montería y que no recuerda exactamente cómo fue que se llevó a la bebé del centro asistencial. “Yo estaba cuidando a la niña cuando sentí un impuslo de madre. No recuerdo más nada. Tomé el taxi y me fui para mi casa”, declaró la mujer, aduciendo que de ahí en adelante es poco lo que recuerda sobre el hecho.
Reconoció que efectivamente había mentido a la Policía cuando llegaron por la niña a su casa, pero que lo hizo en ese momento para evitar que su hijo de 15 años se diera cuenta de lo que había hecho. Sin embargo, luego reconoció su error.
Hoy la niña está junto a sus padres Brian Acosta Arce y Kelly Paola Garavito Cordero, una pareja de 28 años de edad, que reside en el barrio Primero de Mayo de Montería. Será bautizada con el nombre Milagros porque sus padres consideran que la bondad de Dios les permitió recuperarla.
Consejo exige más seguridad
El rapto de la bebé fue motivo de debate en el Concejo de Montería donde se cuestionó la facilidad con la que la sindicada del hecho, Elida Salgado, se llevó a la niña, sin que nadie le exigiera documento alguno para poder salir del centro asistencial. El médico y concejal Ernesto Cáliz conminó a las autoridades administrativas del centro asistencial y de los establecimientos médicos para que adopten o refuercen los esquemas internos de seguridad como lo exige la norma.
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