Silencioso y en delicado estado. Así permanece Jesús Manuel Mazo Chávez, en una camilla de la Unidad de Cuidados de la Clínica Madre Bernarda.
Lucha contra los dos balazos que le dieron el jueves en la noche, pero aunque muchos dicen que conoce a su victimario, ni con la Policía ha hablado sobre los motivos del ataque. Permanece callado.
El atentado a bala contra Jesús Manuel ocurrió el jueves, a las 8 de la noche, en el sector Las Américas de Olaya Herrera. El joven estaba en una esquina, a solo una cuadra de su casa, charlando con varios amigos.
De repente, dos sujetos en una moto llegaron al lugar, que estaba oscuro. En un santiamén, las risas de los jóvenes se convirtieron en gritos de temor, cuando el parrillero de la moto sacó un arma de fuego y empezó a disparar contra el grupo de amigos (más de cinco), sin bajar de su vehículo.
Al ver que las balas no daban en el blanco, el pistolero bajó del vehículo y corrió hacia donde estaban los amigos. Unos se lanzaron al caño Calicanto y otros lograron perderse en la oscuridad, o escondiéndose entre matorrales. Quien no pudo hacer lo mismo fue Jesús Manuel, quien se desplomó luego que el parrillero de la moto le diera dos balazos.
Carrera por la vida
Luego de ver a Mazo Chávez tendido en el piso, herido, el pistolero corrió a la moto en la que lo esperaba su compinche y juntos escaparon. Los gritos no se hicieron esperar cuando los que estaban cerca se dieron cuenta que a uno de los jóvenes lo habían baleado. A Jesús lo cargaron entre varias personas y en una moto lo llevaron de inmediato al CAP de Olaya Herrera. De allí fue remitido en ambulancia a la Clínica Madre Bernarda, donde le hicieron una cirugía de emergencia.
Su estado es estable. Pese a que está consciente, no ha querido decir quién o por qué lo hirió y tampoco ha puesto denuncia por el atentado. Este medio intentó hablar con sus parientes sobre lo ocurrido, pero estos prefirieron no referirse al tema. La Policía Metropolitana de Cartagena investiga qué situación motivó el ataque.
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