A las dos de la madrugada de hoy fue la última vez que fue visto con vida Javier Prieto Casseres, el vigilante de la calle HL Román del barrio Paraguay que fue hallado muerto en horas de la mañana por los residentes del sector.
Tirado en el piso del jardín de una de las viviendas de la calle en la que prestaba sus servicios y, según testigos, con un "hilillo" de sangre en la boca acabaron las largas jornadas de vigilia de este hombre de aproximadamente 40 años.
Los vecinos de la calle HL Román, quienes se agolparon a las afueras de sus casas a lamentar la muerte de Prieto Cáseres, dijeron que no conocían de enfermedad alguna que aquejara al vigilante.
"Eso debió ser un infarto, porque a él se le veía bien. Pasaba a cobarar tranquilo, no se le veía nada extraño", lamentaban.
De acuerdo con los vecinos del sector, Javier era residente del barrio La Quinta y cerca de las 8 de la noche llegaba a la calle HL Román para trabajar toda la noche. En horas de la mañana terminaba sus labores. Se conoció que el hombre padecia de epilepsia, por lo que se cree que en medio de un ataque perdió la vida.
El cadáver de Javier fue trasladado a las instalaciones de Medicina Legal para esperar que sus familiares pasen a reclamarlo.
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