Como Dairo Damián Araque Torres, de 32 años, fue identificado un hombre que resultó herido en un medio de una riña de pandillas en el barrio La Esperanza, al suroriente de esta ciudad.
Las autoridades informaron que Araque Torres, quien iba caminando con su hija por una de las calles de La Esperanza, terminó siendo víctima de las llamadas “fronteras invisibles” que imponen las pandillas en los barrios subnormales de Cartagena.
Sin embargo, aclararon que, al parecer, Araque no es miembro de ninguna pandilla ni tenía algo que ver con la trifulca de donde salió herido.
Simplemente era un transeúnte que evidentemente ignoraba ese tipo de conflictos.
Ambos quedaron en medio de la reyerta, pero la peor parte la llevó Araque Torres al recibir dos balazos en diferentes partes del cuerpo. El día del percance iba con su hijo y, de un momento a otro, se armó una riña en la que salieron a relucir armas de fuego.
Fue así como Araque recibió dos impactos de bala. Varias personas lo auxiliaron y lo llevaron a un centro médico en el cual aún se encuentra bajo observación, indicó la Policía Metropolitana de Cartagena.
Se supo también que agentes de la Seccional de Investigación Criminal (Sijin), emprendieron diferentes operativos en la zona para encontrar a los presuntos responsables del hecho.
El fenómeno de las “fronteras invisibles” viene haciendo carrera desde hace, aproximadamente, diez años, bajo de la directriz de las bandas juveniles que se disputan los territorios destinados al microtráfico y otras manifestaciones delincuenciales, aunque muchas de esas “líneas divisorias” también han sido borradas por programas de resocialización adelantados por el Distrito y la Gobernación de Bolívar.
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