Sucesos


Hoy, audiencia contra presuntos secuestradores de juez estadounidense

WILSON MORALES GUTIÉRREZ

18 de noviembre de 2016 12:00 AM

Fue en pleno 11 de noviembre en Cartagena, en la efervescencia de las Fiestas de la Independencia. El juez barranquillero Benny Osorio Mejía, nacionalizado en Estados Unidos y considerado el juez latinoamericano más importante en el país del Norte, estaba en La Heroica para disfrutar de un evento particular. Llegó junto a varios jueces, pero decidió apartarse del grupo. Conoció a una joven en el Centro Histórico y esa fue su perdición.

Esta terminó llevándolo a una casa en Daniel Lemaitre, en la que estuvo secuestrado durante seis días. Por fortuna, fue rescatado ayer luego de un operativo realizado por efectivos del Gaula de la Policía Metropolitana de Cartagena, en coordinación con el fiscal primero especializado, Pedro Díaz Pacheco.

La investigación también fue apoyada por agencias de seguridad estadounidenses. Por el hecho fueron capturadas cuatro personas, entre ellas Andrés Estivenson Ramos Pastrana, Lina Alexandra González Rodríguez (alias ‘la Machorra’), Erick Samir Hoyos Delgado y Masiel Alejandra González Páez. Esta última, que está entre los 18 y 20 años, habría sido el señuelo para raptar al jurista.

Su historia
Osorio Mejía nació en Barranquilla y a muy temprana edad lo llevaron a Estados Unidos. Pasaron los años y se graduó como abogado en el Colgate University. Hizo un doctorado en Georgetown University. Se hizo fiscal y en 2005 fue elegido mejor fiscal después de 10 años de labores. Luego, fue escogido como magistrado de la Corte Superior de Los Ángeles, California.

Las indagaciones de la Policía indican que el juez, de 50 años, llegó el viernes de la semana pasada a Cartagena, junto a otros jueces, a un evento particular. Sin embargo, en la noche decidió estar solo en el Centro Histórico. Allí conoció a una joven que sería Masiel Alejandra González. “Salí y encontré a la mujer y le pregunté quieres bailar. Fuimos a un restaurante y tomamos una cerveza cada uno. Luego ella me dijo que quería irse. Le compré hamburguesas”, explicó el mismo Benny al comandante de la Policía Metropolitana, Carlos Rodríguez Cortés.

El juez también explicó al general Rodríguez que la joven le pidió que se fueran a su casa en Daniel Lemaitre. Abordaron un taxi y llegaron al barrio. “Cuando llegué yo noté que un carro hizo cambio de luces. El del taxi me dijo que debía tener cuidado en la zona. Entré a una casa con ella, me puso una pipa en la boca, pero yo no quise, nunca había fumado droga. Después entraron ellos -tres personas-”, explicó Benny. El juez dijo que estas tres personas llegaron gritando y amenazándolo con un arma blanca.

Lo amarraron de pies y manos. Lo golpearon y amenazaban. “Yo decía no sé si voy a morir o vivir, porque sé que en estos casos matan a la gente. Ellos no se tapaban la cara y había uno con un cuchillo. Uno de ellos me amenazaba y decía que me iba a sacar un ojo”, relató a las autoridades el afectado, quien siempre estuvo consciente durante el cautiverio y no fue drogado.

Al ver que no había regresado al hotel y que no había medios para comunicarse con él, sus parientes en Barranquilla, que residen en el barrio El Prado de esa ciudad, alertaron a las autoridades sobre la desaparición. La Policía de Barranquilla dio aviso a la Policía en Cartagena y empezaron las investigaciones.

Luego, los raptores se comunicaron con parientes del juez estadounidense y les exigieron 33 mil dólares (unos $100 millones). Luego, las autoridades tuvieron conocimiento de esa situación.

“Primero se informó a Fiscalía y se asesoró a la familia en Cartagena y Estados Unidos. Se mantuvo en reserva la situación por seguridad de la investigación y del retenido, y por la transacción que se hacía con los delincuentes bajo la tutoría de la Fiscalía”, justificó el general Carlos Rodríguez. Fue así como se coordinó la entrega del dinero en la ciudad de Barranquilla, que se hizo ayer en una operación coordinada por el Gaula, en la que uno de los agentes actuó de manera encubierta. En ese operativo fueron capturados Erick Hoyos y Masiel González, cuando, presuntamente, recibían $50 millones por parte del agente encubierto. La Policía recuperó los $50 millones.

Posteriormente, las autoridades ubicaron la casa en la que tenían al jurista y miembros del Gaula llegaron al lugar y lo rescataron. Allí atraparon a las otras dos personas.

Benny Osorio recibió atención médica en el área de sanidad de la Policía y será llevado a Medicina Legal para que peritos del instituto revisen los golpes que tiene. Al parecer, no presenta fracturas. Luego, saldrá del país.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena indicó que los capturados harían parte de una banda delictiva que va por ciudades del país donde se hacen eventos masivos. La casa en donde tenían al juez la habían alquilado.

“Esta es una operación de alta tecnología que nos permitió establecer en qué lugar estaba el juez y se había previsto entrega del dinero con un agente encubierto a partir de estas interceptaciones”, indicó el fiscal general de la Nación. Se trata de un juez de la Corte de Apelaciones de Los Ángeles, tal vez el más importante latinoamericano, de origen colombiano”, dijo el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira.

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