on muchos los esfuerzos que ha hecho Karen Márquez Pájaro para salir adelante con sus cuatro hijos, pues es madre soltera. Reside en una pequeña casa de madera en un deprimido sector de Pasacaballos, llamado Cordobita.
El lunes en la noche, la mujer se acostó en su cama junto a su hija menor, de 2 años. En el mismo cuarto, en otra cama, dormían sus otros tres hijos, de 8, 6 y 4 años. Unos instantes después, a las 11:30 de la noche de ese día, despertó en medio de lo que parecía ser una pesadilla.
“Me levanté de la cama y vi todo el cuarto lleno de candela, había fuego por todos lados”, indicó Karen, quien tiene 27 años. La mujer empezó a gritar, peros sus hijos estaban en un sueño profundo y no despertaban. Llorando, cargó a su hija menor y salió del cuarto como pudo. La puso a salvo en el patio arropándola con una manta, y volvió por los otros. El incendio seguía tomando fuerza y la mujer casi no podía entrar a la pequeña habitación.
Pero su corazón de madre le dio fuerzas. Cargó a otros dos de sus hijos, de 6 y 4 años, y los sacó. Luego, en medio de lágrimas y gritos, fue por el último. “Ya todo el cuarto estaba inundado por la candela. Yo llamaba a mi hijo, pero no se levantaba. La cama se estaba prendiendo y lo jalé por los pies. Ahí fue que se levantó y empezó a llorar y a decir que se iba a quemar. Yo lo abracé y como pude lo saqué del cuarto”, relató conmocionada Karen Márquez.
Ya con sus hijos en el patio de la vivienda, a salvo, Karen se pasó a una casa vecina y empezó a pedir auxilio, mientras el llanto de sus pequeños hacía la escena aún más dramática. Luego, la mujer salió con sus hijos, hasta llegar a la calle que está frente a la entrada principal de su vivienda. Allí, observó cómo las llamas devoraban en instantes todos los enseres que obtuvo con tanto trabajo durante varios años: camas, televisor, nevera, escaparate, sillas y estufa. Todo se quemó pese a que varios vecinos llegaron rápidamente y con baldes de agua y tierra trataron de sofocar el endemoniado fuego.
“Perdí todo, quedé sin nada. Hasta la ropa y los uniformes de mis cuatro hijos quedaron vueltos cenizas. La ropa que tengo puesta y la de mis hijos es porque nos las regalaron, lo perdimos todo”, concluyó tristemente Karen. Se cree que el incendio comenzó por un cortocircuito en una bombilla eléctrica.
Por su difícil situación, Karen Márquez pide ayuda a las autoridades y a todo el que quiera hacerlo. Su celular es 3215443672.
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