Es solo una niña de 4 años, pero su inocencia fue testigo de un hecho escalofriante. Ayer en la mañana, a la menor le tocó ser testigo del asesinato de su padre, Dagoberto Hurtado Amaya. Estaba en una camioneta junto a su progenitor cuando un sicario lo sorprendió y le dio varios balazos. El llanto de la niña ante las detonaciones y la escena, solo pudo vaticinar la tragedia que se avecinaba. A Dagoberto lo llevaron a un centro médico, pero ya no tenía signos vitales.
La Policía confirmó que el presunto sicario y su cómplice, quienes estuvieron a punto de ser linchados, fueron aprehendidos y dejados a disposición de la Fiscalía. Les hallaron una pistola, calibre 9 milímetros, y les inmovilizaron la moto en la que iban.
Llegó de Venezuela
Hurtado Amaya tenía 35 años y vivía en el barrio Los Jardines. Parientes indicaron que era dueño de tres vans de servicio escolar y que no tenía problemas. Fuentes de la Policía Metropolitana de Cartagena confirmaron que tampoco había denunciado amenazas.
Se conoció que ayer en la mañana, el transportador salió de su casa bien temprano y llevó su camioneta, marca Toyota Fortuner, de placas HTP-133, a un taller.
Allí le hicieron algunas reparaciones al vehículo. Instantes después, Dagoberto salió del lugar a bordo del vehículo, junto a su hija de 4 años. Eran las 8:30 a. m. cuando transitaba por la carretera Troncal de Occidente, frente a la sede del negocio Asyco que está en La Concepción, cerca del centro comercial La Plazuela.
En ese punto, dos sicarios que iban a bordo de una moto lo interceptaron, aprovechando la congestión vehicular que había en el sector. El parrillero bajó, sacó una pistola y le disparó dos veces por el vidrio frontal. Luego, se acercó a la ventanilla del conductor y siguió accionando su arma.
Al parecer, Dagoberto habría intentado arrebatarle la pistola al sicario y trató de abrazarlo y de salir de la camioneta por la ventana. Pero fue inútil, pues perdió el conocimiento tras los siete balazos que recibió en distintas partes y quedó con medio cuerpo afuera de la camioneta, mientras que el pistolero huía con su compinche. Por fortuna, la hija de Dagoberto salió ilesa.
El general Carlos Rodríguez, comandante de la Policía Metropolitana, indicó que uniformados que custodiaban la zona bancaria del sector lograron reaccionar y aprehendieron a los dos presuntos delincuentes, escasos metros de donde ocurrió el atentado. Varios mototaxistas que también los seguían los agredieron con cascos y les dieron patadas y trompadas.
Los Policías los capturaron y se los llevaron del lugar, evitando que los lincharan. Mientras, a Hurtado lo llevaron en su propia camioneta a la Clínica Madre Bernarda, donde llegó muerto.
Su hija quedó a disposición de policías de la Unidad de Infancia y Adolescencia, que la llevaron a la estación de la Policía en Los Caracoles. Luego, se la entregaron a sus familiares.
Los dos presuntos malhechores capturados son Rotsen Acuña Parra y Luis Miguel Betancourt Saavedra. Este último sería quien manejaba la moto, mientras que la Policía confirmó que a Rotsen le decomisaron una pistola 9 milímetros. Este hombre es venezolano y las investigaciones dejan ver que llegó a Cartagena hace unos seis días procedente de su país natal.
La Policía indicó que hasta hora se desconocen los móviles del atentado y que se está investigando. La víctima tenía una anotación por el delito de estafa agravada.
Comentarios ()