La imagen era cruel. Margel de Jesús Julio Ospino yacía sobre el pasaje peatonal adoquinado que está junto a la vía Perimetral, detrás de un jardín infantil del Gobierno, en el barrio El Líbano.
Estaba desnudo, tenía varias cuerdas atadas, heridas en el rostro y fuertes contusiones en distintas partes, producidas con objetos contundentes. Lo más descarnado eran las lesiones en las muñecas y los brazos, causadas con machetes y que estuvieron a punto de desmembrarle su extremidad superior izquierda. El joven, de 20 años, sufrió en carne viva la furia de una avalancha de más de cien personas, que en menos de tres minutos acabó con su vida. El hecho ocurrió el lunes, poco antes de las 7 de la noche.
Al linchado lo señalaban de entrar a la casa de una joven de su misma edad, en El Líbano, y violarla delante de la hija de esta, una niña de 3 años que sufre una parálisis que no le permite caminar. La comunidad cobró con muerte ese oscuro episodio, linchando a Margel.
Este año son varios los intentos de linchamiento que han ocurrido en distintos puntos de la ciudad, en los que han quemado 18 motos en las que se movilizaban supuestos delincuentes. Sin embargo, el caso de El Líbano es el primero que termina con muerte.
Amordazada
Allegados a la familia de la joven violada relataron cómo fue la historia oscura que vivió. Todo comenzó hace unos 9 días, cuando la ama de casa se mudó con su marido y su hija a un apartamento, en la calle que está detrás del estadio de sóftbol de El Líbano.
En el lugar vivía Margel, pero como no había pagado el arriendo del apartamento, la dueña lo sacó y allí se mudó la joven con su marido.
"A Margel le permitieron que durmiera en un pequeño cuarto que está en la misma casa, en el patio, y parece que esto como que le molestó”, relató el allegado de la afectada.
Las relaciones no eran malas entre Margel y la joven violada. “Se saludaban y todo, y hasta se hacían bromas”, agregó el mismo allegado de la ama de casa.
El lunes en la madrugada, la joven dormía y en casa estaba sola con su hija, pues su marido estaba de turno en el trabajo.
“Ella dormía boca abajo cuando el hombre se le metió a la casa y la amenazó con un arma, amordazándola y amarrándole los brazos. Al prender el foco, la hija de ella se despertó y empezó a llorar, pero el hombre apagó el foco y violó a la muchacha. La niña, de tanto llorar, se durmió. La violación duró algunos minutos. Al terminar, el hombre le dijo a la muchacha que le hacía eso para que al marido le doliera. La amenazó diciéndole que si gritaba, mataría a su hija y al terminar se fue al cuarto donde dormía”, relató el allegado de la joven abusada.
Tras varios minutos, la afectada salió y denunció ante sus vecinos a Margel, quien luego huyó.
Persecución
Vecinos del sector indicaron que Margel Julio se escondió en casa de un amigo que vive en el mismo barrio, pues la Policía empezó a buscarlo.
Cerca de las 5 de la tarde, alguien descubrió la vivienda en la que estaba y varios integrantes de la comunidad intentaron atraparlo, pero huyó hacia la Ciénaga de La Virgen. Dicen que allí se escondió entre los mangles, el barro y el agua. Poco a poco más personas del sector fueron llegando.
“Cuando descubrieron dónde estaba, empezó a nadar y casi llega a una isla de la ciénaga. Varias personas se montaron en un bote y así fue que lo alcanzaron. Lo amarraron con varias cuerdas y trajeron a la orilla, junto a la vía Perimetral. Allí se lo entregaron a policías, pero las más de cien personas que querían golpearlo se lo arrebataron y lo lincharon en cuestión de minutos. Los policías no pudieron hacer nada, eran muchas personas”, relató un testigo.
Las autoridades investigan el hecho. Dicen que en la zona hay una cámara de seguridad que habría captado todo. La familia de Margel prefirió no dar declaraciones.
La Policía Metropolitana de Cartagena confirmó que Margel Julio tenía antecedentes por homicidio, hurto y porte ilegal de armas de fuego o municiones.
La joven violada fue llevada a una clínica donde estuvo internada hasta ayer. Se conoció que su familia se mudaría de El Líbano, pues habrían recibido amenazas por parte de amigos de Margel Julio. Allegados a la afectada aseguran que sus parientes no participaron en el linchamiento.
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