Delimiro López Bravo no pudo asistir a la cita médica que tenía hoy. El lunes, a las 5 de la tarde, el vendedor ambulante murió en la sala de su casa, en La María, delante de su mujer y su hija menor. Aunque en Medicina Legal, donde fue llevado su cuerpo, la causa de la muerte está por determinar, sus parientes están seguros que pereció tras las lesiones que sufrió en un accidente, hace seis meses.
El hombre tenía 55 años y una hija explicó que todo pasó cuando iba por la Avenida Santander, frente a la estación de gasolina que está en Marbella, empujando su carro de helados. “Un carro -de placas MUP-825- lo arrolló por detrás y le fracturó las dos piernas. Dos meses después le descubrieron que tenía un coágulo en el cerebro y lo operaron. Fue empeorando y murió”, indicó una hija de Delimiro.
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