El Juzgado Cuarto Penal con Funciones de Conocimiento decidió precluir el proceso que adelantaba en contra del ciudadano italiano Giorgio Brichetti por el presunto delito de trata de personas. (Lea aquí:Captura de italiano por supuesta trata de personas se da por alerta de una madre)
El abogado de Brichetti, Hernando Osorio Rico, contó que el caso en cuestión se remonta a septiembre de este año cuando el extranjero caminaba por el Muelle de los Pegasos y se encontró con dos niñas, quienes le pidieron colaboración monetaria, a lo que respondió que con mucho gusto las ayudaba, pero no con dinero.
Según el jurista, las menores de edad le revelaron al italiano que pedían dinero porque tenían hambre, por lo cual Brichetti les propuso llevarlas a su residencia en el barrio Bocagrande para brindarles algo de comer.
Efectivamente, estando en el apartamento el italiano les brindó comida y les prestó un teléfono celular para que se comunicaran con sus familiares.
“Las madres de las niñas -contó Osorio Rico- interpretaron que el señor Brichetti las tenía en su apartamento con alguna intención malsana, y enseguida llamaron a la Policía, cuyos agentes se presentaron en el apartamento y lo detuvieron”.
El defensor aseguró que, mientras las niñas estuvieron en el aposento del italiano no hubo insinuaciones ni propuestas sexuales de parte de él ni de las menores, “sin embargo lo llevaron ante un juez de control de garantías, quien le impuso medida de aseguramiento y lo mantuvo detenido desde los primeros días de septiembre hasta el 6 de noviembre”.
Posteriormente, en noviembre, la medida de aseguramiento fue revocada; y ayer la Fiscalía General de la Nación “por su propia iniciativa, solicitó la preclusión de la investigación, pues el mismo ente se dio cuenta de que mi cliente es completamente inocente.”
El abogado anunció que Brichetti demandará al Estado para resarcir los perjuicios que le ocasionó el incidente con la justicia colombiana.
“Durante el proceso -añadió Osorio-, las niñas ratificaron que, en efecto, mi cliente jamás les propuso nada indecente, que solo les dio comida y les prestó un teléfono. Lo que sucedió es que las niñas estaban escapadas de su casa y le dejaron una carta a sus mamás informándoles que se iban. Las mamás después se enteraron de que las niñas tenían dos días que no iban al colegio. Enseguida se alarmaron y, al saber que estaban en un apartamento en Bocagrande, pensaron que debían llamar a la Policía”.
Osorio expresó que “lo malo fue que la Fiscalía no se detuvo a averiguar bien la situación, sino que enseguida le imputó un delito a mi cliente, lo que considero un verdadero atropello”.
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