“Fue un infarto fulminante lo que acabó con la vida de mi hijo. Fue por la emoción que tuvo a raíz del partido del Junior. Mi hijo nunca había tenido problemas del corazón, era el más sano de mis tres hijos, era deportista”, con estas palabras la señora Milagros Manjarréz, describe a su fallecido hijo Luis Andrés Martínez Manjarréz.
Al joven, de 14 años y quien cursaba grado octavo, se le esfumó la vida luego de que su equipo Junior se clasificara a la final de la Liga Postobón I-2014, tras ganarle a Millonarios en Bogotá en una tanda de penales.
“Toda la familia estaba en la casa celebrando el Día de la Madre, cuando Millonarios botó el penalti toda la gente salió corriendo y él salió con un primo y cogieron una bandera justo en la esquina de la casa el muchacho se desplomó. La familia lo llevó a una clínica cercana y los médicos le confirmaron que no tenía signos vitales y que se trató de un infarto fulminante o muerte súbita”, indicó un allegado.
El joven era el segundo de tres hermanos y también pertenecía a un equipo de fútbol. Su madre y demás familiares no aceptan aún la muerte del menor, quien se declaraba hincha número uno del equipo tiburón.
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