Descubrir que no era un mal sueño. Sentir que el corazón poco a poco se iba desgarrando e imaginar el resto de la vida sin él hicieron que el dolor embargara el alma de un hombre, que llora la partida de su hijo desde ayer en la noche.
Mauricio Javier Villa Leal, de 22 años, subió a la moto de su padre y se fue a buscar a Daurin De Arco Castro, un amigo. Se despidió de su progenitor, encendió el vehículo y se fue. Minutos después, la noticia corrió como pólvora.
La muerte de Villa Leal llegó cuando su padre descansaba en su casa, en la calle El Pescador de La Esperanza. “Mauricio, Mauricio, levántate que mataron al nene. A tu hijo lo mató un policía”, le gritaban vecinos en la entrada de la vivienda.
El hombre no podía creer lo que le estaban diciendo. De inmediato, se levantó de la cama y se vistió. Mauricio ya había sido trasladado al CAP de La Esperanza, a donde su padre llegó. Allí, Mauricio -padre- se encontró de frente con el sufrimiento. Su muchacho ya no respiraba. Sus pálpitos se agotaron poco antes de llegar al centro asistencial.
Villa Leal fue impactado por una bala en la espalda. El proyectil salió por el pecho y dejó herido a Daurin en el hombro izquierdo, quien iba manejando la moto cuando patrulleros les dispararon, por hacer caso omiso a la señal de pare, en un operativo en la vía Perimetral.
Dos versiones
Mientras que Joaquín De Arco, padre del herido, aseguró que los jóvenes no pararon por falta de documentos, la Policía indicó que pidieron a cuatro hombres, en dos motos, que se detuvieran, pero estos se negaron y sacaron un arma.
“Daurin manejaba y Mauricio iba de parrillero. Iban por el CAI que está junto a la vía Perimetral, en La Esperanza, en donde muchos policías hacían un operativo. Ni Mauricio ni Daurin tenían licencia de conducción o papeles de la moto. Por eso, cuando un policía les pidió que pararan Mauricio le dijo a Daurin que no se detuviera. Ahí fue que uno de los policías les disparó”, contó Joaquín De Arco, esta mañana.
En ese momento, Daurin siguió manejando, pero segundos después cayeron al suelo. Ambos estaban heridos y él no pudo sostener a Mauricio, quien perdió el conocimiento.
Un vecino del sector se dio cuenta de lo que estaba pasando y llevó a Daurin a su casa, mientras todo se calmaba. Después de un rato, lo trasladó al CAP de La Esperanza, pero no estaba recibiendo atención médica, según su padre, quien lo llevó a la Clínica Crecer. Daurin permanece estable, a la espera de una cirugía.
Por otra parte, la Policía indicó que en medio de una persecución, a los cuatro hombres, uno de los parrilleros sacó un arma. De inmediato, un patrullero reaccionó y accionó su arma.
En el operativo decomisaron un arma de fuego y Daurin, de 23 años, está custodiado por policías en la Clínica Crecer.
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